Brincas de rincón en rincón,
el vacío en tu retina,
resbalando despacio van,
por las mejillas, dos lagrimas.
*
Manchas de negra soledad,
tienes el atuendo repleto,
de tristeza y de pena,
al hambre le tienes miedo.
*
Indolente y humillado,
sensual, faltón y grosero,
porque tanto sufrimiento,
con tu carita de bueno.
*
En pinturas, telas y lienzos,
de mirarte das escalofríos,
expuesto en galerías y museos,
a marchantes y entendidos.
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