jueves, 21 de diciembre de 2023

LOS CAMELLOS REALES


 
Tres Reyes Magos en camello
los han visto cruzando el desierto
uno de los camellos cojea un poco
los otros andan cansados y viejos.
 
Cabalgan despacito, a paso lento
es por el calor, o el largo camino
Gaspar y su camello abren la comitiva
sobre la montura, va dando brincos.
 
A Baltasar le está entrando el sueño,
pero han de seguir sin descanso
las estrellas aguardan el turno
la noche extiende su oscuro manto.
 
No saben continuar, se han perdido
una estrella en lo alto les hace guiños
un niño ha nacido y han de visitarlo
Melchor insiste en seguir su brillo.
 
A Belén llegan tarde, el niño duerme
a sus pies han dejado los regalos
sin albardas descansan los camellos
uno de ellos ya no cojea tanto.
 
***

lunes, 18 de diciembre de 2023

CUENTO DE NAVIDAD (¿Dónde está el niño?)


Estiró el brazo y con la mano alcanzó el objetivo, luego cerró el puño y lo metió en el bolsillo de su vestido.

Su madre se encontraba en la cocina, entretenida y ocupada con los preparativos, hoy era Nochebuena, por cierto.

Desde hacía bastante tiempo se había decidido que, esta noche, reuniría a toda la familia en su casa para la cena.

Su papá, estaba terminando de colocar los últimos adornos, cuando acabara tenía pensado preparar los postres navideños, había mazapanes, unos cuantos polvorones, turrón de tres clases, uno tradicional, de los que nunca faltan en estas fechas, otro de yema tostada y el tercero era una sorpresa.

Sonó el timbre de la puerta, eran los abuelos, los tíos, la hermana de su mamá, con su marido y sus tres hijos y, por último, su otro tío.

Los otros abuelos, los padres de su mamá, hace unos años que murieron. Al abuelo, María no lo conoció, y la abuela se murió, cuando tenía dos añitos, así que tampoco la recuerda.

“Cada año, en todas las casas, falta gente a estas cenas”, oyó un día que la mamá de María se lo comentaba a su papá, María creía que lo decía porque se acordaba de sus padres, y en estas fechas, sobre todo, eso es lo que ocurre, que quieras que no, se echa de menos a las personas queridas y cercanas que van faltando cada año que pasa.

De repente, uno de los primos, preguntó a su tía, la mamá de María: “¿Tía, donde está el niño?”, y en ese momento todos los comensales miraron extrañados al sobrino, este continuó diciendo: “tía en el Belén falta una pieza, la figurita del niño Jesús”.

Empezaron a buscarlo, primero hurgaron en la estructura de madera que hacía las veces de establo, y movieron a San José de sitio, y a la virgen María, al buey y al mulo, y el pesebre lo levantaron, al menos unas cinco veces, para mirar debajo, a los lados y ni rastro, miraron debajo de la mesa, de las sillas, y barrieron el suelo, sin resultado alguno.

Y María, testigo de tanto movimiento, estaba en un rincón de la estancia, asustada y callada y con el puño cerrado, dentro del bolsillo del vestido.

Su madre la vio y enseguida supo que le ocultaba algo, que tenía que ver con el jaleo que se había formado en la mesa.

La cogió en brazos y la sentó en su regazo, y suavemente habló con ella y le fue preguntando cosas, y obteniendo información y motivos.

Resulta que a María le daba pena, que el niño, estuviera entre pajas y medio desnudo, y creía que estaba pasando frío, y no le gustaba que esa noche, Nochebuena, ellos que tenían tanto, y el niño Jesús, tan poco, encima estuviera tiritando de frío, por eso ella le escondió en el bolsillo de su vestido, para darle un poquito de calor, y luego durante la velada, iría cogiendo algo de comida, suya o de la que sobrará, para él, sus papás, el buey y el mulo.

La madre de María, en ese momento, abrazó a su hija como no lo habría hecho nunca y le lleno de besos, y sus mejillas se llenaron de lágrimas.

Aclarado el asunto, todos le dedicaron al menos un rato a pensar en la inocencia de María, y en el mensaje que esta acción había traído consigo.

La cena se fue desarrollando en un tono distendido, y cada uno de los comensales, pensaron en algún momento de la sobremesa, en el frío que habría pasado el niño, entre pajas, en el pesebre, en aquel establo, y cuantos niños en situaciones parecidas habría en el mundo, y más de uno seguramente daría gracias, por lo afortunados que eran y la vida que Dios les había otorgado.

Para finalizar la cena, la mamá de María, trajo el bizcocho, que estaba en el horno y los invitados, poco a poco, se fueron acercando alrededor del pastel, y el sobrino, aquel que dio la voz de alarma con la desaparición de la figurita, comenzó a leer en voz alta las letras que su tía había escrito en la cubierta del bizcocho con merengue y crema: LOS PERSONAJES DE ESTE CUENTO OS DESEAN FELIZ NAVIDAD Y FELICES FIESTAS”.

 

miércoles, 13 de diciembre de 2023

CUESTIÓN DE PRESUPUESTO (Microrrelato < 100 palabras)


 

Tan solo obtuvo silencio y malas caras como resultado, los gastos generales eran excesivos y tenían que igualarse a los ingresos, había que tomar medidas y tratar de reducirlos, eso decía la nota, pero no decía como, y se puso manos a la obra: cortes de luz a distintas horas, ventilación escasa o casi nula, para beber agua casi sucia y sobre todo comida en mal estado, en esto último, la verdad es que se pasó un poco, pero la nota no ayudaba mucho,  y ahí estaban ellos, pobres presos, pálidos y callados, ordenados en filas, esperando a ser enterrados.

miércoles, 6 de diciembre de 2023

TERROR CASERO (Microrrelato)


 

Pulsar él mismo el interruptor o caminar a oscuras por el pasillo, su hija le llamaba entre sollozos, y debía acudir en su auxilio, se decidió por lo primero. 

Asomó la cabeza y la vio sentada en la cama, llorando y con brotes de hipo, cuando se hubo tranquilizado, dijo: “Papá, me está mirando el gato, no me deja dormir, dile que no me mire”. 

A su padre le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo. Metió a su hija en la cama de nuevo y le dio un beso. 

Al abandonar la habitación, se volvió hacia ella y le dijo: “Cielo, sabes que no tenemos gato”.


***

miércoles, 29 de noviembre de 2023

AL ABORDAJE (Microrrelato)


Se puso el parche, esta vez sobre el ojo derecho, se anudó un pañuelo en el cuello, los extremos del blusón los escondió dentro de los  pantalones pesqueros, se colocó el enorme sombrero, un tanto ladeado, sobre la cabeza sin pelo, y se calzó las botas, dadas de sí, en miles de batallas y reyertas, en todas ellas salió victorioso, y con el brazo extendido, comenzó a soltar órdenes, proclamas y juramentos, en esto que, observó a su grumete dirigirse a él, en un tono que le pareció conciliador y pacífico: “Abuelo, por favor, vuelve a la cama, estás descalzo y el suelo está frío”.

sábado, 18 de noviembre de 2023

EL ENCUENTRO

 


En un tranquilo día de otoño,
él andaba perdido, sin ganas.
Ella quería respirar, refrescarse,
las cuatro paredes le ahogaban.
 
Él estaba sentado en un banco,
sin mirar, miraba caer las hojas.
Ella apresurada, entró en el parque
Paseaba, sin rumbo, a la misma hora.
 
Ella, necesitaba hablar con alguien
de lo que fuera, de todo y de nada,
él estaba distraído, a otra cosa,
sin mirar las hojas caídas, las miraba.
 
Ella no se dio cuenta de que estaba.
Una piedrecita invadió su zapato,
se sentó en el mismo banco, a su lado
entonces la vio y se quedó prendado.
 
Quería dirigirse a ella, decirle algo
ella ya estaba repuesta y calzada,
a punto de volver al paseo, escuchó
¿Podrías decirme cómo te llamas?
 
***


martes, 7 de noviembre de 2023

EL CAJETÍN DE LA CORRESPONDENCIA


 
Le agradaba su silueta, su aspecto
oxidado, por el paso del tiempo
en la entrada del jardín, le situaron
observando, de guardia, quieto.
 
Siempre hacía la misma rutina
como una bala salía corriendo
antes del desayuno y del cole
abría la puerta y miraba dentro.
 
Recogía las cartas y la prensa
le aseaba y le quitaba las ramas
en la mesa, daba a su mamá las cartas
y a su papá, el periódico y las gafas.
 
Ella, apenas recibía correo o notas
decían que todavía era pequeña,
pero ella insistía todos los días
todos, menos los que eran fiesta.
 
Un día, creyó que le hacía un guiño
el sol, pensó, que le daba de cara
no le dio demasiada importancia,
pero ese día recibió una carta.
 
Desde ese día, al ir por el correo
buscaba algún signo, alguna huella
antes de abrir la tapa y meter la mano
ese día habría una carta, si así fuera.
 
***

lunes, 30 de octubre de 2023

LAS MANOS


 
Recibió un encargo, tenía que escribir un relato sobre las manos, las suyas, y se lo tomo en serio. Le costó iniciarlo, después de decenas de hojas en blanco, arrugadas y encestadas fuera del aro, situado en el suelo, en un rincón de su cuarto, hasta que por fin le visitó la inspiración, y fue cuando comenzó a cumplir el encargo.

Las observo de nuevo, detenidamente, estableció un orden, primero comenzó con la derecha, que para eso era diestro, luego la otra, la del otro lado, y les iba dando la vuelta, con parsimonia, anverso y reverso, y en cada vuelta, se quedaba quieto, mirándolas, y en lo primero que pensó fue que siempre habían estado juntos, y que nunca o casi nunca las había tenido en cuenta, y apenas las había concedido el valor que realmente habían tenido en su vida.

Recordaba vagamente los primeros meses de vida, de bebé, se los pasaba tumbado, sus manos fueron su primer compañero de juegos, cuando las cerraba en forma de puños y las miraba sin cesar, ellas en lo alto y el tumbado en su cuna, una vez tras otra, o cuando tenía hambre o le iban a salir los primeros dientes, y se las metía en la boca, y la felicidad le cubría toda la cara.

Más adelante, sin darse cuenta, comenzó a dar sus primeros abrazos, y a tocar con sus manos la cara de su mamá cuando le cogía en brazos, y la de su papá, y la de muchos extraños.

Aún recordaba, ya de niño, la cantidad de juegos a los que había jugado con la ayuda de sus manos, asiendo objetos, arrojándolos, sujetándolos con ambas o empujándolos con los dedos.

Ya en la escuela, le enseñaron a coger el lapicero, a escribir sus primeras letras, sus primeros dictados, a garabatear los cuadernos, a llevar la cartera o coger los bocadillos y meterlos en la mochila.

Comenzó a atusarse el pelo, a lavarse, o enjugarse las lágrimas, a sujetarse con las manos, la cabeza, cuando tocaba empollar en los estudios, o taparse la cara cuando no quería estar con nadie. A tomar apuntes, a rellenar exámenes y formularios, a firmar sus primeros contratos, a dar apretones de mano.

Y en el día más feliz de su vida, a sujetar el anillo, el que todavía brilla y aún hoy le da vueltas con los dedos de la otra mano, mientras escucha, barrunta o piensa.

Y llegó a día de hoy, y aquí está con sus manos, completas, bonitas, con algún dedo torcido, reflejo del paso del tiempo, y esa “M” grande dibujada en las palmas de ambas manos, esa línea que decían de la vida, y sigue mirando de nuevo sus manos, detenidamente, en orden, atento, pensando que hubiera sido su vida sin sus hermosas manos.

sábado, 7 de octubre de 2023

LA VIDA


 

Era cuestión de tiempo o el destino
un día de verano, calurosa, por cierto
una fuente, en un recodo del camino
brava, discurría el agua por su caño
sin rubor, los pájaros, trinaban sus trinos
y una suave brisa, extendía su manto
a la sombra de unos frondosos tilos
dos caminantes, recuperan el aliento.


No necesitan vender su cansancio
uno de ellos, jovial, desaliñado, crío
el otro, con años, asido a su callado
están a punto de quedarse dormidos
“¿Qué es la vida?”, parece que ha oído
insiste, con la pregunta el joven mozo
 “La vida, son muchos pedacitos cosidos,
experiencias, unidas una tras otra”
le suelta de sopetón, casi sin pensarlo.

 

Y ahora si, tras meditarlo un rato, continua:
“Es agria como el carácter de un resentido
dulce como un montón de azúcar quemado,
divertida como una tarde en el circo
suave cual marfil de las teclas de un piano,
dura como el caparazón de las tortugas
inocente como la sonrisa de los niños
corta como las mangas de un chaleco
larga como la ambición de un ambicioso
sabia como las enciclopedias de tapa dura
aburrida como la lectura en las salas de espera
segura como las puertas de siete llaves
efímera como el tiempo que dura un momento
enrevesada como un mapa de carreteras
ignorante como las preguntas sin respuesta
certera como un extenso mar de dudas
salada como el agua de mares y océanos
triste como el rato que se pasa en los duelos
y ácida como el sabor del limón a palo seco".


"Y otras muchas sensaciones más". Le espetó
pasado el rato, y recuperado el resuello
emprendieron juntos el camino de vuelta
uno de ellos, era invidente, de nacimiento
el otro, cansado de dar palos de ciego.

***

miércoles, 27 de septiembre de 2023

UN PASEO POR LAS ESTRELLAS (MICRORRELATO)


 

Nada más cerrar el libro, abrió el armario de su cuarto, se lo imagino repleto de vestidos y trajes, estaba el de Cenicienta y el de Pinocho, el de caballero de la mesa redonda, con su espada y todo, la bufanda de El Principito y el vestido de Julieta, había también un corazón partido, una lanza de romano, y un universo completo. Detrás de la ropa, imagino una puerta que se abría sola y se encontró con el hombre de hojalata, un conejo que hablaba, un sancho panza, y un vampiro muy serio. Eligió vestirse de astronauta, le apetecía dar un paseo por las estrellas.


lunes, 18 de septiembre de 2023

ESTO VA DE....JUBILARSE


 
Esto va de dos puertas enfrentadas
la primera es el final de un camino
largo, con curvas, con muchas paradas,
y miedos, y riesgos, y calor, y también frío.
 
Esto va de un anónimo ciudadano
curioso, preguntón e inquieto
constante, divertido, un poco trasto
que, con esfuerzo, lo anduvo entero.
 
Y va de personas, que le salían al paso
y que aparecían y se iban sin dar tiempo
y otras con los que viajo largos trechos
le enseñaron cosas, le dieron ejemplo.
 
Y va de una gran mochila sobre la espalda
que la iba llenando sin darse cuenta
un consejo por aquí, una lección por allá
un hincar la rodilla, un tirón de orejas.
 
Y cumplió los años y le llegó el turno
y en este punto nos encontramos
lo que ayer utilizaba con frecuencia
hoy, hoy no te creas que vale tanto.
 
El anónimo sujeto adquirió un boleto
de joven, al cumplir su primera quinta
resulta que aquella compra tenía premio
y a ese pastel le corona hoy una hermosa guinda.
 
Y ahora, al traspasar la primera puerta
tiene que abandonar la pesada mochila
llena de sueños, de errores y de aciertos
de caídas, de cicatrices y de heridas.
 
Y entonces se abrirá la siguiente puerta
en cuanto la primera doble la esquina
y los posos queden posados en el fondo
y nuestro ciudadano seguirá, con su vida.

***

jueves, 31 de agosto de 2023

EL ATRIL


 
Una vez, no ha mucho de esto
ocurrió una bonita historia
quizá fuera verdad, o quizás no tanto
una hermosa niña cumplía años
en el jardín de la casa, en su fiesta
llegó la hora de pedir los deseos
la hora de soplar las velas.
 
La niña recordó en ese momento
el cuento de aquel flautista
que haciendo honor a su destreza
con una melodía sencilla y bella
consiguió que le siguieran las ratas
hasta las frías aguas de una charca
acabando de una vez por todas con ellas
y con la plaga que asolaba la comarca.
 
Pidió el deseo, el que tenía pensado
aprendería a tocar instrumentos
leería las partituras y sus signos
rellenaría los pentagramas de notas
bemoles, corcheas y sostenidos
y cuando estuviera preparada
iría por las ciudades y los pueblos
y haría como el flautista del cuento
acabaría con las plagas del momento:
la desigualdad y la falta de respeto
la violencia, el dolor y la avaricia
las guerras, los límites y el odio
con las banderas y los himnos,
todos seriamos iguales y todos distintos
y otras muchas, que no menciono
porque no acabaría este cuento.
 
Las seguirían al oír sus melodías
y para entonces la tierra sería plana
y arrojaría el mal por los extremos,
el deseo por fin quedaría cumplido,
entretanto le entregaron un regalo
sorprendida, lo abrió muy despacio
era un hermoso atril plateado
enseguida la niña pensó en su deseo
este regalo sería solo el primer paso.

***

lunes, 21 de agosto de 2023

LA LISTA


 
Una lista, con apuntes y unas notas,
esa idea le rondaba la cabeza,
cosas que quiso hacer y no hizo,
y cosas que hizo sin querer hacerlas.
 
Empezó rellenando el segundo apartado:
nunca pedí deseos al soplar las velas
volé alto, teniendo los pies atados,
respeté los secretos de mis enemigos
oculté la otra mejilla, siendo requerida
y alimenté cuchicheos y monsergas,
en las frías noches de Navidad
me quedé dormido la noche de reyes
y no comprobé como entraban en casa
a dejar los regalos los Reyes de Oriente.
 
En el otro apartado anotó rápidamente:
coger in fraganti y en plena faena
a ese dichoso ratoncito Pérez
que hurgaba bajo las almohadas
canjeando los pequeños dientes
por unas cuantas y escasas monedas.
 
Ver alguna vez a un ratoncito colorado
era una espina que tenía clavada
saber si era verdad o le habían engañado,
tampoco he cazado gamusinos, escribió,
ni me he enfrentado al hombre del saco
ni he visto echar fuego a los dragones
a los dragones de los cuentos.
 
***

viernes, 4 de agosto de 2023

YA LLEGAN, YA ESTÁN AQUÍ


 
El tercer domingo, el día más grande
enseguida empezarán las fiestas
de agosto, o quizá caiga en martes
si no recordaba mal las fechas.
 
Sin quererlo le invadieron recuerdos
su padre, su madre, su nacimiento,
a finales de los cincuenta, en el paseo
alegría efímera, pero fue de cuento.
 
Más adelante, volvería a su pueblo
unos ratos, muy pocos, de visita,
saboreaba la ocasión, el instante
la gente, cada piedra, cada esquina.
 
Le recuerdan las tardes en las eras
entre hormigas, pájaros, lagartijas
o jugando con una desinflada pelota
en verano, cayendo un sol de justicia.
 
O cuando aprendió a montar en bici
por la calle Mayor, una tarde noche
sin luces, sin frenos y sin miedo
las rodillas maltrechas y con golpes.
 
Recuerda el tañer de las campanas
disciplinadas, solemnes, dando las horas
en duermevela, acostado sobre la cama
 les iba pasando lista, una detrás de otra.
 
Y las tardes nubladas de invierno
en la estación, a la entrada del pueblo,
en los silos, donde se guardaba el grano
con el bocadillo y soplaba el cierzo.
 
Y de pequeño, camino del huerto
 con los primos, las primas, con el abuelo
frente al camposanto, el río con su lodo
el huerto en silencio, y mis recuerdos.
 
Las fiestas ya están aquí de nuevo,
y las ganas, poco a poco, en aumento
este año sabe que no faltará a la cita,
el baúl de los recuerdos estará abierto.
 
***

jueves, 27 de julio de 2023

VUELA UROGALLO, VUELA


 Hoy no canta el urogallo
no tiene ganas de alzar el vuelo
torpe, corretea entre los acebos
volar, no puede hacerlo.
 
Las madreselvas corren la voz
en los jardines y los huertos,
en los campos y los prados
el abuelo no quiere llegar a viejo.
 
Ha llegado el momento
la autoridad lo dejó muy claro
empieza por recoger sus cosas
no es el mismo, se siente raro.
 
Papeles y demás contenidos,
ya es historia el material usado
en los rincones, en los cajones
varios años, en tan solo un rato.
 
Algo se le ha metido en un ojo
aprovecha para aflorar sus penas
una lágrima y en la garganta, un nudo
los recuerdos recorren sus venas.
 
Ya nada volverá a ser lo mismo
los días serán cortos de tiempo
y en el horizonte, varios años
y muy largos en los recuerdos.
 
¿Volverán aquellas mañanas?
 Solo el tiempo dará la respuesta
no olvidaré entregar las llaves
hoy, el día acabará sin fuerzas.
 
Hoy no tiene ganas el urogallo,
ni cantará ni alzará el vuelo
las madreselvas correrán la voz
el abuelo no quiere llegar a viejo.

***

viernes, 21 de julio de 2023

ABANDONADO


 
Se acercó una mañana al pueblo
un paseo, unas compras y un almuerzo
era un buen motivo, una excusa
haría noche, si le venciera el sueño.
 
Su apellido precedía de las montañas
era una mujer grande, analfabeta
de fuertes convicciones y buen gusto
de gran corazón, decidida y risueña.
 
Vestía blusas anchas y vistosas
botas camperas y faldas de vuelo
mucha bondad y demasiado peso
sentido común y el pelo suelto.
 
Era gracioso verla por el pueblo
pasos cortos, atrevidos y resueltos
con la sonrisa tapándole los ojos
y a la espalda, su bolso pequeño.
 
Así era nuestra protagonista
con abundantes colores y pocos grises
 con el alma mordida y alguna costura
y maquilladas sus cicatrices.
 
Esa tarde, al doblar una esquina
unos sollozos alteraron su paseo
venían de un triste y sucio rincón
lleno de restos, orines y deshechos.
 
Y entre gimoteos y lamentos
rodeado de mugre y porquería,
indefensa, sedienta y aterida de frío
asomaba una cabeza de color sepia.
 
Preguntó puerta por puerta
sin descanso, buscando al dueño
los resultados iban siendo escasos
y se estaba acabando el tiempo.
 
Compro agua, leche y un cuenco
un cojín, una correa y una manta
y decidió lo que deciden todos
adoptarla y llevársela a casa.
 
***

viernes, 14 de julio de 2023

SEIS PALOTES Y MEDIO


 
Esa mañana, en un receso.
le preguntaron los años
en la respuesta tuvo dudas
se fue a casa, se puso malo.
 
Se lío con el cambio de siglo,
cogería papel y un bolígrafo
anotaría los años de referencia
restaría y apuntaría el dato.
 
El bolígrafo no tenía tinta
tomó entonces un lapicero
al apretar se rompió la punta,
tampoco dio con el cuaderno.
 
A punto de perder la paciencia
decidió ayudarse de los dedos
al contar diez, pintaría un palote
varias veces empezó de cero.
 
Consiguió terminar la cuenta
seis palotes y cinco de resto
sesenta y cinco, mal contados,
entendió llegado el momento.
 
***

viernes, 7 de julio de 2023

PASTEL DE MELOCOTÓN


 
Tenían cerca un gran cesto
repleto de variados frutos,
se conocieron forzados
enseguida surgió algo
no había duda, se gustaron,
fue a finales del verano
tuvieron una deliciosa idea,
pero debían darse prisa
la fruta se estaba malogrando.
 
Pelaron y trocearon las piezas
las depositaron en un cuenco
vaciaron tres tazas con azúcar
y amasaron, juntando las manos
las miradas se complicaban
se iban cruzando a cada paso
mezclando los trozos y el deseo,
reservaron el anhelo y el cuenco
mientras rozaban sus cuerpos.
 
Pusieron en la mesa la harina,
azúcar y leche en otro cuenco,
los huevos y la mantequilla,
tapioca y algo de agua helada
y mientras, un par de besos
él se puso detrás de ella
cogió sus manos y dos cuchillos
la nuca acariciada por la boca
y con mimo y cariño
airearon despacio la masa
cortando con suavidad la pasta
sin espesar, casi con grumos,
sin llegar a separarla.
 
Ya estaba casi hecho
introdujeron el melocotón
dentro del elaborado amasijo
más azúcar, y lo taparon
barnizaron con almíbar la cubierta
llegado este momento,
dieron paso al sentimiento
y al más primitivo instinto
los hornos, los dos únicos
se iban calentando poco a poco.

***

viernes, 30 de junio de 2023

PUES ESO


 

Así estaban las cosas,
uno era moderado
el otro de un extremo
en un evento se conocieron
casualidad, azar o destino
y al instante se gustaron,
pero uno era moderado
y el otro era extremo,
se cogieron de la mano
y se fueron de paseo
por otros jardines, alejados
otras calles, otros barrios
uno era moderado
el otro de un extremo
uno hacía vida en el armario
el otro era más abierto
uno quiso derribar la puerta
el otro empujaba desde dentro
no se ponían de acuerdo
y así no había manera
uno era moderado
y el otro de un extremo
había barreras, obstáculos
que si las ideas o el entorno
y seguían paseando de la mano
y juntando sus caras, sus labios
así no irían muy lejos
y ambos lo sabían
uno era moderado
y el otro seguía siendo extremo.
 
***.

viernes, 23 de junio de 2023

EL DESPISTE


 
Un día complicado, agitado y largo
acabó con las tareas asignadas
desde muy temprano, pintaron bastos
ya iba siendo hora de volver a casa.
 
Exhausto, tomó el camino de vuelta
compró un refresco para el regreso
justo antes de que se lo tiraran encima
la rabieta de un niño travieso.
 
Divisó lo que parecía su casa
pegajoso, con ganas y cansado
se preparó, como hace todo sujeto
sacó las llaves, acelero el paso.
 
Quería ponerse las zapatillas
tomarse una cerveza bien fría
abrazar el sofá y estirar las piernas
y dar el relevo al nuevo día.
 
Se dispuso a abrir la puerta,
algo no iba bien, no daba con ello,
se resistía, las llaves no abrían,
perdía la paciencia, pasaba el tiempo.
 
A su espalda, abrió la puerta el vecino
¿Qué haces en este descansillo?
Tu casa es la de más arriba, en el tercero
creía haber oído, eso fue lo que dijo.
 
 
***

viernes, 16 de junio de 2023

VOLVIENDO LA ESQUINA


 

Odiaba el despertador,
aun estando apagado,
también andar descalzo,
tocar con los pies el suelo
le parecía ordinario, plebeyo
a su pesar, no podía con ello.
 
Odiaba mancharse los dedos
con cualquier sustancia
lo mismo daba, tinta que grasa
si cogía la comida con las manos,
el embutido o los langostinos,
era cautivo de localizar un lavabo.
 
Mancharse la ropa, ni te cuento,
que le golpearan en el brazo
desplazarle con un empujón
o por ser un descuidado
derramarse la bebida encima
a consecuencia de ello,
en ceremonias, eventos y fastos
la sangre le hervía
odiaba esos momentos, esos actos.
 
¿Y la tarde de los domingos?
Se ponía enfermo, solo de pensarlo
si el día siguiente no era fiesta,
trataba de cubrir el expediente
disimulando, cambiando los temas
y si encima perdía su equipo,
pues a acostarse temprano
adiós a dormir a pierna suelta.
 
Un día, alguien le preguntó
que es lo que más odiaba
a que le tenía más miedo
demoró la respuesta,
se tomó su tiempo,
a lo desconocido, a lo incierto
dicen que dijo a destiempo.
 
Y ahora, pasado el tiempo
sus temores están presentes
ni la tarde del domingo
ni las manchas de la ropa
ni la alarma del despertador
ni las parrilladas de marisco,
su nueva etapa es su pesadilla
la que está volviendo la esquina.
 
***