viernes, 29 de noviembre de 2019

¿DECIRLO O NO DECIRLO, CALLANDO?



Al intentar modificar la siguiente ecuación,
cambiando los términos de lado,
yo, que siento lo que digo,
al intentar decir lo que siento,
no siempre guardo las composturas,
que si lleva tilde, el grito que pego,
o si se le ha caído la “h” al exabrupto emitido,
el caso es que teniendo que guardar las formas
e intentar cumplir con las normas,
hay momentos que creo mejor darme la vuelta,
o vivir el día a día tapándome la boca,
pues si elegimos esos caminos, erraremos de plano,
hay que apartar el pie para que no te pisen el callo,
en caso contrario, con el consiguiente daño producido
mientras gritamos de dolor, no pensamos en otra cosa.


Otro caso más del deber de incumplir con la ecuación,
yo, que siento lo que digo,
al intentar decir lo que siento,
¿ hay que alcanzar siempre esta meta?
siendo una constante en la vida de cada uno,
¿no se podría llegar a una especie de acuerdo,
un punto intermedio, a medio camino,
entre la verdad que me callo y no digo
y lo que sin querer o queriendo, me invento,
con tal de dar por finalizada la contienda,
por temor a violentarme al no sacar fuera,
aquello que nos produce tanto sufrimiento?


***


viernes, 22 de noviembre de 2019

PARTES DE UN LIBRO DE PAPEL


Cuando te compramos, libro,
o por otros caminos caes en nuestras manos,
ese primer contacto, como si quisieras compartir tu secreto,
me produce una sensación de paz, de remanso,
de ansiedad y cierta curiosidad,
por querer llegar al final de tu historia,
empezando por el principio, pero yendo paso a paso.

Tenerte, libro, posado en la palma de mi mano,
acariciándote con la otra,
con las yemas de sus dedos,
tu satinada cubierta,
sintiendo el suave tacto,
mientras intentamos memorizar,
el nombre del titular y de la obra,
que tienes a bien figurar en ella, impresos.

Girándote como una peonza,
ora la portada ora la contraportada,
leyendo con atención el breve resumen,
que esta última expone,
sin perder detalle de la editorial, escrita en tu lomo,
antes de prestar atención a la faja y la solapa,
donde figuran los premios o números de ediciones
o conocer al autor del texto,
a veces, en alguno de ellos, veremos expuesta su cara.

Quizá voltearemos tus hojas con firmeza,
como si de un abanico se tratara,
y aspiraremos el dulce aroma,
que desprende la suave brisa, que su agitar provoca,
aroma que nos recuerda al material que en nuestra escolar época,
teníamos al alcance de la mano,
que guardábamos con cierto desorden,
al menos ese era mi caso,
en nuestros plumieres de madera, material o plástico.


Al abrir la cubierta, libro, nos encontramos con las guardas,
que unen las tripas con  la cubierta,
cediendo el paso a las hojas de respeto o cortesía,
que se presentan en blanco,
 al principio y final del texto,
por si no tuviéramos bastante,
observaremos de nuevo,
el nombre del autor y su obra
en la portadilla o anteportada.

Seguidamente nos topamos con la portada,
pagina, donde encontramos casi los mismos datos,
título, nombre del autor completo,
lugar y fecha de impresión,
editorial y pertenencia a según qué colección,
se sitúa siempre a la derecha, de cara,
sin numeración grabada,
aunque siempre es considerada la primera.

A tu espalda, portada, cual divisa clavada,
la pagina de derechos de propiedad,
con una palabra en ingles,
 de difícil escritura y peor digestión,
identifica cada libro con otra información legal,
 lugar, año y número de edición.

Llegamos por fin a las tripas,
formadas por un número
 indeterminado de páginas u hojas
cada una con anverso y reverso,
y debidamente enumeradas.

El texto en su totalidad,
forma el cuerpo de obra,
que según del tipo que seas,
incluirás además,  presentación o dedicatoria,
agradecimientos, epígrafes o prólogos,
 índice o introducción,
capítulos, glosarios o anexos,
epilogo, bibliografía o colofón.

***

viernes, 15 de noviembre de 2019

TE QUIERO... EN SILENCIO


Cuando caiga la noche con fuerza,
y consiga traspasar mi puerta,
no me encontrara desprevenido
a pesar de tener bajas las defensas
y a flor de piel los sentimientos.

Que malo es enamorarse sin encontrar respuesta,
entregarte a la persona que amas,
sin que sepa siquiera que existo,
sentir sus caricias y abrazos,
solamente en mis sueños.

Gritar al viento lo mucho que la quiero,
llevar  el grito a todos los rincones del planeta
y cruzar los dedos, esperando respuesta,
si algún día llegara a sus oídos.

¿Quién le ha puesto en mi camino?
no creáis que me daré por vencido,
anhelar estar a su lado, a pesar del sufrimiento,
queriendo verla cada día,
aun costándome morir poco a poco,
cuando caiga la noche con fuerza
no me encontrara desprevenido.

***

viernes, 8 de noviembre de 2019

SOLO TAL VEZ


Tal vez,
nos guste oír arengas,  promesas y mentiras,
que nos griten y hablen alto,
mezclando algarabías y jaleos,
en mítines,  reuniones y sobremesas.

Tal vez,
de las ondas nos describan al adversario,
con cuernos, tridente y soberbia,
provocando en nos, tempestades, truenos y viento,
no seamos marionetas con hilos,
 ni peleles con voto y sin aliento.

Tal vez,
cuando parece que todo ha terminado,
volvemos a empezar de nuevo,
siempre ocurre lo mismo:
los resultados al  no ser los míos,
 descontento en amigos y conocidos.

Tal vez,
siempre hay alrededor nuestro,
quien se encarga de recordarnos,
que los que han ganado o perdido,
lo bien o mal nacidos que son los nuestros políticos.

Tal vez,
si aceptamos el resultado,
dejando el “tú más”, de lado,
seamos un país, un pueblo,
cariñoso y respetado
pudiendo avanzar hacia el futuro,
sin trabas ni obstáculos
 y con la cabeza alta y sin miedos.

Tal vez
Solo sea una quimera,
un imposible, un deseo,
una pesadilla, una utopía,
o tal solo un mal sueño,
pero vale la pena soñarlo.

Solo tal vez.