Se levantaba cada día, muy temprano
doblaba la ropa y ordenaba los trastos
adecentaba la casa y la recogía, lo primero,
preparando el desayuno, se le iba un rato.
Las mochilas, los deberes y los
abrigos
los alineaba en las paredes del pasillo,
despertar a la tropa, era todo un reto,
pero ella disfrutaba de ese momento.
Llegaba la parte más dura de la
jornada
preparar a su padre para llevarlo al centro
“vamos papa, levanta que ya es la hora”
asearle y vestirle, llevaba su tiempo.
“¿Quién eres tú?” le pregunta a destiempo
“soy tu hija, papa, la que siempre has querido”
“¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Dónde vivo?”
“quiero irme a mi casa, aquí estoy perdido”.
Otro día sin poder contener las lágrimas
está embarazada, de muchas semanas
no sabrá nunca que tendrá otra nieta
un descuido, otra vez la camisa manchada.
A punto de salir para enfrentarse
al día
su padre le suelta algunas perlas
que, si tiene familia, que no se acuerda
y yo cogiéndole la mano, cierro la puerta.
***
doblaba la ropa y ordenaba los trastos
adecentaba la casa y la recogía, lo primero,
preparando el desayuno, se le iba un rato.
los alineaba en las paredes del pasillo,
despertar a la tropa, era todo un reto,
pero ella disfrutaba de ese momento.
preparar a su padre para llevarlo al centro
“vamos papa, levanta que ya es la hora”
asearle y vestirle, llevaba su tiempo.
“soy tu hija, papa, la que siempre has querido”
“¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Dónde vivo?”
“quiero irme a mi casa, aquí estoy perdido”.
está embarazada, de muchas semanas
no sabrá nunca que tendrá otra nieta
un descuido, otra vez la camisa manchada.
su padre le suelta algunas perlas
que, si tiene familia, que no se acuerda
y yo cogiéndole la mano, cierro la puerta.