viernes, 21 de agosto de 2020

UN SUPONER



Supón un mundo sin decorados,
sin maquillaje, sin trileros,
por un momento, imagínatelo,
sin fronteras, mentiras o miedos.

Imagina la ambición sacando un “cero”,
la envidia peleando por el último puesto,
supón el amor brillando más que el sol,
y el sol y la luna saliendo juntos de paseo.

Supón que  los principios fueran bien vistos,
la educación, la dignidad, el respeto,
el tú primero que yo voy después,
y los finales quedando aún muy lejos.

Imagina un mundo de ensueño,
soñar que vivir en él fuera un premio,
donde el mayor de los problemas,
fuera dar los buenos días al vecino.

Supón que las guerras fueran un juego,
de mesa, con fichas, dados y tablero,
y las bajas, palotes de tiza blanca,
y elegir el parchís a semejante enredo.

Supón a nuestros mayores y no tanto,
conviviendo con los hijos y los nietos,
imagina dormir poco y soñar en exceso.
y que fuéramos sabios antes que viejos.

***

martes, 18 de agosto de 2020

VOLVERÁN LAS FIESTAS


Volverán, seguro que volverán,
a no más tardar, el próximo año,
ya lo verás, las fiestas llegaran,
en menos que canta un gallo.

El chupinazo desde el ayuntamiento,
las charangas, los pasacalles,
las campanadas y la misa del día grande,
los cohetes y los bandos del alcalde.

Los quintos animarán las fiestas,
se oirán jotas en la plaza y el paseo,
ranchos y tortillas irán a concurso,
día tras día habrá recenas y almuerzos.

Se reunirán los amigos y conocidos,
se mencionarán a los que ya no están,
anécdotas y bromas serán el orden del día,
se visitarán las casas y las peñas.

Las carrozas con las reinas y su séquito,
en el casino y la residencia, los conciertos,
los cabezudos y los fuegos de artificio,
el pobre de mí, el fin de fiesta y los encierros,.

Volverán, seguro que volverán,
las fiestas y los eventos a mi pueblo
y al resto de ciudades, aldeas y villas,
y la vida sigue, a pesar de este mal sueño.


***

jueves, 6 de agosto de 2020

BRAZOS CAÍDOS








Esto va de bajar los brazos,
de por qué se caen rendidos,
¿por qué tenerlos bajados, caídos
sin razón, sin aparente motivo?.

Buscando alguna explicación,
¿quizá sea el paso del tiempo,
el final de un largo camino
o por cansancio, fatiga o hastío?

Recuerdo cuando éramos críos,
levantándolos para pedir la vez,
para ir al aseo u otras excusas
o decir al profe “yo esa me la se”

Recuerdo cruzar contigo el umbral,
con fuerza, asida con mis brazos,
hoy ya viejo, me siento lobo solitario,
en las noches de luna llena, aullando.

Yo, que ya he luchado lo mío,
y pasan, y van pasando los años,
y siempre ocurre los mismo,
los que estaban arriba, siguen estando.

Y de sangre ando cada vez más escaso,
me la van chupando con descaro,
y me siento débil, sin fuerzas,
quizá por eso, los tengo ya bajados.

***