Se puso el parche, esta vez sobre el ojo derecho, se anudó un pañuelo en
el cuello, los extremos del blusón los escondió dentro de los pantalones
pesqueros, se colocó el enorme sombrero, un tanto ladeado, sobre la cabeza sin
pelo, y se calzó las botas, dadas de sí, en miles de batallas y reyertas, en todas
ellas salió victorioso, y con el brazo extendido, comenzó a soltar órdenes, proclamas
y juramentos, en esto que, observó a su grumete dirigirse a él, en un
tono que le pareció conciliador y pacífico: “Abuelo, por favor, vuelve
a la cama, estás descalzo y el suelo está frío”.
miércoles, 29 de noviembre de 2023
sábado, 18 de noviembre de 2023
EL ENCUENTRO
En un tranquilo día de otoño,
él andaba perdido, sin ganas.
Ella quería respirar, refrescarse,
las cuatro paredes le ahogaban.
Él estaba sentado en un banco,
sin mirar, miraba caer las hojas.
Ella apresurada, entró en el parque
Paseaba, sin rumbo, a la misma hora.
Ella, necesitaba hablar con alguien
de lo que fuera, de todo y de nada,
él estaba distraído, a otra cosa,
sin mirar las hojas caídas, las miraba.
Ella no se dio cuenta de que estaba.
Una piedrecita invadió su zapato,
se sentó en el mismo banco, a su lado
entonces la vio y se quedó prendado.
Quería dirigirse a ella, decirle algo
ella ya estaba repuesta y calzada,
a punto de volver al paseo, escuchó
¿Podrías decirme cómo te llamas?
***
él andaba perdido, sin ganas.
Ella quería respirar, refrescarse,
las cuatro paredes le ahogaban.
sin mirar, miraba caer las hojas.
Ella apresurada, entró en el parque
Paseaba, sin rumbo, a la misma hora.
de lo que fuera, de todo y de nada,
él estaba distraído, a otra cosa,
sin mirar las hojas caídas, las miraba.
Una piedrecita invadió su zapato,
se sentó en el mismo banco, a su lado
entonces la vio y se quedó prendado.
ella ya estaba repuesta y calzada,
a punto de volver al paseo, escuchó
¿Podrías decirme cómo te llamas?
martes, 7 de noviembre de 2023
EL CAJETÍN DE LA CORRESPONDENCIA
Le agradaba su silueta, su aspecto
oxidado, por el paso del tiempo
en la entrada del jardín, le situaron
observando, de guardia, quieto.
Siempre hacía la misma rutina
como una bala salía corriendo
antes del desayuno y del cole
abría la puerta y miraba dentro.
Recogía las cartas y la prensa
le aseaba y le quitaba las ramas
en la mesa, daba a su mamá las cartas
y a su papá, el periódico y las gafas.
Ella, apenas recibía correo o notas
decían que todavía era pequeña,
pero ella insistía todos los días
todos, menos los que eran fiesta.
Un día, creyó que le hacía un guiño
el sol, pensó, que le daba de cara
no le dio demasiada importancia,
pero ese día recibió una carta.
Desde ese día, al ir por el correo
buscaba algún signo, alguna huella
antes de abrir la tapa y meter la mano
ese día habría una carta, si así fuera.
***
oxidado, por el paso del tiempo
en la entrada del jardín, le situaron
observando, de guardia, quieto.
como una bala salía corriendo
antes del desayuno y del cole
abría la puerta y miraba dentro.
le aseaba y le quitaba las ramas
en la mesa, daba a su mamá las cartas
y a su papá, el periódico y las gafas.
decían que todavía era pequeña,
pero ella insistía todos los días
todos, menos los que eran fiesta.
el sol, pensó, que le daba de cara
no le dio demasiada importancia,
pero ese día recibió una carta.
buscaba algún signo, alguna huella
antes de abrir la tapa y meter la mano
ese día habría una carta, si así fuera.
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