A empujones con la gente,
sin distinguir sus rasgos,
como si del teatro fueran
bambalinas y decorados.
*
Bancos callejeros vacíos,
marcan la linde y el ritmo,
entre un rato de reposo,
y un viaje al infinito.
*
Prisas por llegar al tajo,
por saltarse los horarios,
por comenzar la rutina,
por llegar pronto a destino.
*
Por agotar la paciencia,
cruzar de mala manera,
por el lugar equivocado,
buscando pasos de cebra.
*
Los peldaños de dos en dos,
coger buses a la carrera,
llenar los bares de copas,
vestir de cualquier manera.
*
Huir de salas de espera,
sinfín de pasos perdidos,
hartos de consumir segundos,
en hospitales y notarios.
*
Desde un cuarto interior,
imaginar las puestas de sol,
mirar al cielo cada día,
pensar en un piso mejor.
***