ANIMO MI BUEN AMIGO

 

Hoy es un día raro, extraño
el pájaro que me alegra con sus trinos
no ha sido puntual a su cita,
no se ha posado en mi ventana,
noto su falta al pasar lista.
 
El sol que con sus rayos ilumina mi cara
trasnocharía anoche, supongo
el día se ha presentado gris
¡qué fuerza tiene el cielo cubierto
que aliándose con la pena
una y otra vez la alegría disfraza!.
 
Los girasoles hoy amanecen caídos
no buscan la luz, andan mirando el suelo
como lágrimas, van soltando pétalos,
pero una vez que pase todo esto
sé que volverán a lucir firmes y flamencos.
 
Las noticias no son buenas,
ni las del mundo ni las de medicina interna
hoy te echo de menos amigo,
pero sé que esto será pasajero
en ti busco y encuentro consuelo
siempre la vida has mirado de frente
y cogido el toro por los cuernos,
no flaquees ahora, no es el momento.
 
 
***

UNA SONRISA BONITA

 

La fina línea en tus hermosos labios
elevándose por encima de la boca
forman un elegante dibujo convexo
mostrando la alegría que desbordas.
 
La felicidad ganadora de todas tus penas,
en mil batallas contra marea y viento
te jalea y se instala en tu vida cada a día,
te reverencia y consigue tocar el cielo.
 
No hay más que mirarte a la cara
los ojos se embriagan de tu sonrisa,
lejos de promocionar el silencio,
envían con su brillo una nítida misiva.
 
Alfombra de arena en tu playa bendita
esas puestas de sol barnizando tus gestos
mirando al cielo, con tu bonita sonrisa
esparces felicidad a los cuatro vientos.
 
Eres feliz, al menos es lo que pienso
con tus rutinas, con las cosas sencillas,
 con la gente que te rodea y a la que quieres,
las que te hacen reír y te hacen bonita.
 
***

NAVIDAD 2020

 

El pequeñín sonreía a pesar del frío
la noche era gélida y estrellada
de casualidad encontraron este antro
por falta de pago dejaron su casa.
 
Sin hacerse ilusiones, por unos días
les habían prestado un bajo,
cortesía del vecino del cuarto
sucio, destartalado y abandonado.
 
Casi sin luz, apenas con agua corriente,
María se disponía a preparar la cena
José salió a terminar un trabajo,
papas, un poco de pan y unas hojas de berza.
 
El niño jugaba con un trozo de tela
reía a pesar de tener hambre
en eso que llaman a la puerta
una vecina, mayor y también madre.
 
Traía leche, sopa y unos emparedados
unas mantas y una almohada para el niño,
que había oído, que le habían dicho,
que había en esa casa un recién nacido.
 
Al poco, más gente llamando a la puerta,
uno traía el corazón en la mano,
otro, una gran sonrisa y muchos abrazos,
un tercero, de tez más oscura, escuchaba los relatos.
 
Venía gente de todos los rincones,
el niño hacia carantoñas a un perro y un gato,
José regresó de ganar unas monedas,
esa noche repicaron campanas y cantó un gallo
 
La noche fría, acabo siendo Noche Buena.

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LA LUMBRE

Cabalgando todo el día, cansado,
con los pies en tierra, sucio y hambriento,
la montura sobre uno de los hombros
el caballo en su hábitat, a cubierto.
 
Como si de un ceremonial se tratara
recoge unos troncos para hacer fuego
no sabe si son de encina o de fresno
los amontona y ordena en el suelo.
 
Con abstractos dibujos hechos a mano
 en su vieja montura, de cuero viejo
con hilos de oro ya deshilachados
apoyara la cabeza llegado el momento.
 
Para no pasar frio en la madrugada
una vieja manta le servirá de escusa
una lata abollada que contenía alimento
hoy la usara de cazo para la causa.
 
Solitario y en soledad, azuza el fuego
todavía no se explica cómo llegó a esto
con el sonido del crepitar de las brasas
al abrigo de la lumbre, su único techo.

 
***

PEQUEÑAS COSAS SIN IMPORTANCIA

 

La tapa que no tapa cuando se necesita
el grifo que gotea y no para nunca
el lapicero romo en uno de los extremos
con la punta rota y sin tener un sacapuntas.
 
Los pasos dados en falso o no dados por miedo
los dibujos de la infancia, garabateados
toda una vida siendo buena persona
esos segundos mirando una foto del pasado.
 
Pequeñas cosas sin importancia,
consumir calorías vacías, ¡están tan ricas!
el décimo de lotería que nunca toca
la colección de cromos, pegatinas o canicas.
 
Una llamada de teléfono con buenas nuevas,
una hoja en blanco esperando tu puño y letra
olvidar los fracasos o mejor no recordarlos
lágrimas de alegría y también de pena.
 
Mirar de noche el cielo estrellado
caminar por la cuerda floja sin mirar el suelo
encontrar la aguja en el pajar sin más
insistir para que se cumplan tus sueños.

 

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