jueves, 30 de junio de 2022

EL DESPISTE


 
De voluntario, siempre dispuesto
los festivos, hacía de monaguillo,
pero ese día le ganó el sueño;
se levantó los faldones
y corrió en dirección  a la ermita,
ya que llegaba tarde a misa
de doce, pues era domingo.
 
Se topó a mitad de camino
con una cigarra dormitando
acompañada de un grillo
a la sombra, pasaban el rato
mirándose las patas y las uñas
entre ronquidos y suspiros.
 
Más adelante divisó un asno
pegado a una linde ajena
en la cuneta, cerca del camino,
separaba con sus patas
ayudadas de su hocico
unos tallos hermosos y tiernos
que ya se llevaría a la boca,
cuando diera la sombra.
 
Al llegar a la estanca
paró a tomar aire un rato
y dar unos sorbos de agua
vio entonces su careto reflejado
sin ser guapo,  se veía apuesto,
hacía calor y el sol daba de plano
el sudor le caía a borbotones
en esas divisó su destino
la ermita del santo del pueblo.
 
Con fuerza llamo a la puerta
el silencio fue la respuesta
a empujones, trató de abrirla
con idéntico resultado,
que no había manera, pensó
miró bajo los tiestos y el felpudo
de la llave no había rastro.
 
A media legua de distancia
diviso un labrador,  un paisano
con sus aperos de labranza
y su recua de  animales de carga
que le aclaro el embrollo
“mocé, te equivocaste de fecha”, dijo
“hoy es sábado todo el día”
“mañana, mañana es la romería”
 
***

viernes, 24 de junio de 2022

¿Y TÚ, CUANTOS TIENES?


 
Se despertó temprano
con humor, animado
se tomó su tiempo
además era festivo
permaneció acurrucado
entre las sabanas
abrazado a la almohada
entre la cabeza y los brazos.
 
Esbozó una sonrisa
estaba alegre, contento,
“tenía de todo” pensó
una vida desahogada
una salud de hierro
un bonito carro,
propiedades y dinero
y además era guapo
atractivo y todo eso.
 
En un momento dado
y sin venir a cuento
se acordó de sus amigos
quería saber cuántos
de los de contar con ellos
de necesitarles para nada
o para todo o ir de paseo,
pedir consejo o llorar un rato,
sin límites ni exigencias
solo cantidad y número,
estiró los dedos de las manos
como si fuera un ábaco
“bajaré uno por cada recuento”
dedujo que iría rápido.
 
Así pasó un rato largo
con los dedos estirados
no había doblado ninguno
y con un cero en el casillero;
se le fue borrando la sonrisa
agotado su entusiasmo;
se levantó y se fue al baño
se miró en el espejo
y entablo un corto diálogo
“¿Y tú, cuantos tienes?” le dijo
y el espejo, horrorizado
 le miraba en silencio
“¿Y tú que miras?”
 
***

viernes, 17 de junio de 2022

¡¡¡QUE CALOR!!!


Buscaba una sombra, un árbol
donde apoyar cuerpo y talento,
quería escribir un cuento
mitad queja, mitad relato
empezó primero por mirar al cielo
buscando ayuda con el argumento
luego a su pupitre improvisado
y comenzó recordando el principio:
 
Era un hombre que iba de duro
encendía mistos en el carrillo
y se afeitaba con un cuchillo
la barba, las cejas y la cabeza
sin espuma ni otros aditivos;
cazaba pájaros desde pequeño
con trampas, que hacía el mismo,
y luego se los comía fritos.
 
Las calles las cruzaba sin mirar
no respetaba los pasos de cebra
los semáforos, ni las fiestas de guardar
las escaleras las subía a la carrera
y los peldaños de tres en tres
miraba al sol de frente, valiente
retándole, buscándole las vueltas
sin gafas y sin gorro con visera.
 
Removía Roma con Santiago
por cualquier causa o motivo
aun cuando estuvieran perdidos:
cruzaba los charcos a brincos
 hacía aguadillas al prójimo
y gárgaras con el agua del baño
desayunaba huevos crudos
y bebía agua salada y con gas.
 
Hablaba un lenguaje pandillero
hacía de todo, menos asaltar bancos,
por los siete mares había navegado
aunque él había contado nueve
y tenía más vidas que los gatos,
de joven había rescatado princesas,
apagado el fuego a un par de dragones
y visitado mazmorras un tiempo,
tenía unos cuantos dientes rotos
marcas por todo el cuerpo
cicatrices y hasta un ojo tapado.
 
Pues con todo ese historial
llegaba esta época del año
se sabía derrotado, alicaído
se derretía poco a poco
se acobardaba, se hundía, 
con tanto calor se hacía un lío
con las ventanas y las cortinas
los estores y las persianas
que si abiertas o estar a oscuras,
él, que encendía mistos en el carrillo
y se afeitaba con un cuchillo.
 
*** 

viernes, 10 de junio de 2022

ENTRE LA VIDA Y NO TENERLA


 
Entre la vida y la no vida
no es solo esperar la muerte
es no tener esperanza
o abonarse a la mala suerte.
 
Hacer examen de conciencia,
entre la vida y no tenerla
son bocanadas de aire puro
o cerrar una puerta abierta.
 
Un simple guiño, una noticia
o doblar una esquina
entre la vida y la no vida
o un laberinto sin salida.
 
Entre la vida y la no vida
una bofetada, una rutina
un echar de menos a alguien
o una conciencia tranquila.
 
Que te ridiculice el prójimo
sumar decibelios a las quejas
o arrepentirse de lo dicho,
entre la vida y no tenerla.
 

***

viernes, 3 de junio de 2022

LA FOTO


(La historia es ficticia
en la imagen, mi madre)

Unas migajas de pan duro
un trozo de peine roto
y un billete de tren gastado
en el bolsillo, todos sus tesoros.
 
Como cada día, camina un poco
luego, más tarde, parará un rato,
renqueante, irá hablando, solo
en el parque, elegirá un banco.
 
Se palpa la ropa con denuedo
los pantalones, la chaqueta
como si quisiera  encontrar algo
al fin saca una foto de la cartera.
 
Sujeta con los dedos, el retrato
sabe que se ha ido, aún la recuerda
le dejó solo, no ha muchas fechas
a veces se le va la cabeza.
 
En el parque,  pasa muchas horas
cuando la tarde oscura se vuelve
reanuda el camino de vuelta,
no tiene prisa ni quehaceres.
 
 ***