sábado, 22 de enero de 2022

VASOS VACÍOS


 
Voces saltándose los decibelios
desde el fondo de los bares
  o situadas en primera línea
exigiendo bebida sin parar
una y otra vez desfilan los vasos
sobre una barra llena de babas
fruto del deshielo del serpentín
o del derroche de ganas
de clientes que ocupan la sala
con necesidad de líquidos
y llenos de energía y brío
mientras los vasos se vacían
y en el tiempo que dura un guiño
otra vez con los brazos en alto
pidiendo a gritos llenar los vidrios.
 
Como si ocuparan un confesionario
con vosotros, vasos, van en serio
os hablan tirando de repertorio
confesando sus pecados, sus proyectos
sus conquistas o sus deseos
pidiéndoos consejos o haciendo reproches
os levantan en vilo y al trasluz del vidrio
juran que será la última copa
y continúan tratándoos como un amigo.
 
Vasos vacíos, restos de un festejo
abandonados de mala manera
algunos todavía con restos de vida
otros caídos en acto de servicio
yaciendo en cualquier rincón
en un mostrador, sobre una mesa
o en algún poyete de ventana
dejando el sudor en forma de cerco
que alguien limpiará con cuidado
pasando un paño con esmero
cuando reine el silencio
y la mañana llame a la puerta.

***

viernes, 14 de enero de 2022

LA COMPRA


 
El cansancio o quizá los huesos,
andaba despacio, a su paso,
china chana, cojeaba un poco,
generalmente del mismo lado.
 
Camino del mercado, cuatro cosas
legumbres, hortalizas, pan y un deseo
de vuelta a casa, sin prisas
ya oscureció el día, es invierno.
 
Anda molesta, será del peso
mañana fiesta, ronda en su cabeza
se levantará temprano,
viene su hijo, verá a sus nietas.
 
A punto de irse a la cama
¡el teléfono! eso no es bueno
le duelen las piernas, un esfuerzo
su hijo, no hay visita, un contratiempo.
 
El plato principal ya estaba listo
hizó un bizcocho para las niñas
le gusta la seriedad, le duele las excusas
más por la comida que por la visita.
 
 
***

miércoles, 5 de enero de 2022

JAQUE (part I)


 

*Hace cientos de años = siglo VI d.C.

** Nombre del siervo y sabio= Sissa


En la guerra, un rey perdió a su hijo,
quedando abatido, triste y desolado
querían distraerle por todos los medios
en la India, de esto hace cientos de años*.
 
A cambio de acabar con su tedio
dicen que ofreció una recompensa
para ello le presentaron un juego,
un tablero y unas fichas de madera.
 
Las cuatro divisiones, fue llamado
por un siervo** del rey concebido,
para recreo y disfrute del mandatario
este quedó encantado y agradecido.
 
Y llegó la hora de cumplir la promesa,
el sabio** tomó su tiempo para la respuesta:
todo el trigo que cupiera en el tablero
el rey encantado con petición tan modesta.
 
El sabio sirviente aclaró su deseo
en la primera casilla habría de poner un grano
y en secuencia geométrica, hasta la última celda
son nada menos que sesenta y cuatro.
 
Tratar vosotros de hacer la cuenta
ni con los dedos de las dos manos
ni ayudados con infinidad de aparatos
no hubo trigo en el reino para cubrir tal resultado.
 
Cuentan que esta es la teoría más difundida
del origen del ajedrez como juego de mesa
usando estrategias y desarrollando ideas
para recrear batallas, luchas y guerras.
 
***