EL JARDIN OLVIDADO

 

Recuerdo que me llevaban de viaje
los domingos, cuando era pequeño
después de asistir a los oficios
a pasar el día con los abuelos.
 
Ocupaban una vieja casa,
sencilla, acogedora y coqueta
con un porche chico y dos puertas
la segunda casi secreta.
 
Había un patio y un huerto
donde se  tendía la ropa,
tomábamos el fresco
y comíamos ciruelas  y moras.
 
El abuelo la miraba embelesado
eran felices y se querían a su manera
el jardín era cosa de ella,
colorido y hermoso en primavera.
 
Recuerdo un castaño y un tejo
 el canto de un mirlo y un estornino
el olor de las azaleas, magnolias y lirios
y los polluelos abandonando el nido.
 
Hoy, lo tenía casi olvidado
recuerdo la visita a los abuelos,
el tejo, los lirios, el nido
su jardín, el patio y su huerto.
 
^***

POETA

 

Tu cabeza no para de dar vueltas
ajustando tildes, midiendo rimas
vistiendo las palabras de domingo
con sus puntos y sus comas;
ves unicornios en tus sueños,
 pones alas a los barcos
y puertas en los campos
 algodones en el cielo y
luces en las noches estrelladas,
enriqueces los jardines
con árboles de caramelo
fuentes de mazapán
y flores de chocolate blanco,
ora escribes un cuento o un ensayo
ora un libro repleto de versos.
 
Describes con tu pluma
cosas que aún sin serlo
y después de leerlo despacio
nos parecen hermosas y bellas
despiertas emociones
cuando perdidos, miramos el vacío
y hasta las flores huelen mejor
al describir su aroma en un escrito,
aceleras la presión de la sangre
que circula por las venas
y consigues que el corazón
golpee con fuerza nuestro pecho.
 
Cuando recitas unos versos
y haces una pausa
obligada por el contenido
o forzada por los sentimientos
que generas o te embarga
cuando alzas la mirada
y arqueas las cejas
y tus ojos enrojecen
por la pasión que regalas
con suma delicadeza
si eso no es la perfección
que poquito le falta.
 
***

50 AÑOS Y MAS...

 

Va trascurriendo la vida
casi sin darnos cuenta
y pasan los años y pasaron,
y no se detiene el tiempo
¿los relojes? Ocupados en dar las horas
unas veces a destajo
otras con antipática parsimonia,
la vida avanza sin sobresaltos
acaso pequeñas anécdotas,
algunos roces y otras cosas
y buenos momentos.
 
Y pasan los años y pasaron,
y no se detienen ni por asomo
cuanta mella en nuestra memoria
hacen el tiempo y la propia vida,
olvidar detalles, lo normal a estas alturas
de repente, saltó por los aires esta teoría
el otro día, sin ir más lejos
mira por donde, otra vez fui niño,
me vi con pantalón corto y flequillo,
nos reunimos unos cuantos amigos,
y otros tantos, que no pudieron,
del siglo pasado, de cuando éramos críos
nos unían los estudios y los lloros,
entonces éramos pequeños,
y estudiábamos alejados de la familia.
 
Parecía todo olvidado
y de repente se activó la memoria
los recuerdos que parecían lejanos
ya no lo fueron tanto
y cincuenta y tantos años sin vernos
ya no parecían demasiados
acudimos desde distintos puntos
todo parecía sacado de un cuento
y ahora somos otra vez amigos
hemos crecido y somos adultos
pasan los años y pasaron,
y el tiempo se quedó quieto,
nos reunimos unos cuantos amigos,
y otros tantos, que no pudieron.

 ***