De repente cayó en la cuenta
de lo rápido que el tiempo pasaba
miró atrás y recordó emociones,
alegrías y sensaciones olvidadas.
De un lado, cuando hacia la maleta
para pasar unos días en su pueblo
hecho que ocurría de vez en cuando,
el gozo no le cabía en todo su cuerpo.
Del otro, acabado el motivo
cuando ya tocaban sones de vuelta
las lágrimas cubriéndole los ojos
otra vez de viaje, otra vez la maleta.
También le vino a la memoria
rincones, espacios y lugares
que fueron de la villa, historia
hoy recordamos en fotos y postales.
Antes de cruzar el río, por ejemplo
la Fábrica de harina a un lado
con los carros descargando los sacos
y el olor del trigo, la paja y el grano.
En la rambla, siendo un niño,
el hermoso kiosco, desgastado
con sus pasamanos mordidos
la música en su recinto y el pasado.
O a las afueras, un pequeño cine,
en el lugar que hoy luce un banco,
recuerda sus butacas de madera
y las columnas de un gris satinado.
Finalmente, despertó del sueño
la Atalaya reflejada en el espejo
otro hermoso lugar, también tapado
otra vez llegando a Sadaba, mi pueblo.
***
de lo rápido que el tiempo pasaba
miró atrás y recordó emociones,
alegrías y sensaciones olvidadas.
De un lado, cuando hacia la maleta
para pasar unos días en su pueblo
hecho que ocurría de vez en cuando,
el gozo no le cabía en todo su cuerpo.
Del otro, acabado el motivo
cuando ya tocaban sones de vuelta
las lágrimas cubriéndole los ojos
otra vez de viaje, otra vez la maleta.
También le vino a la memoria
rincones, espacios y lugares
que fueron de la villa, historia
hoy recordamos en fotos y postales.
Antes de cruzar el río, por ejemplo
la Fábrica de harina a un lado
con los carros descargando los sacos
y el olor del trigo, la paja y el grano.
En la rambla, siendo un niño,
el hermoso kiosco, desgastado
con sus pasamanos mordidos
la música en su recinto y el pasado.
O a las afueras, un pequeño cine,
en el lugar que hoy luce un banco,
recuerda sus butacas de madera
y las columnas de un gris satinado.
Finalmente, despertó del sueño
la Atalaya reflejada en el espejo
otro hermoso lugar, también tapado
otra vez llegando a Sadaba, mi pueblo.
***