PERLITAS BLANCAS, PERLITAS NEGRAS

 

 

El tren que nunca llega
a ninguna parte, lo hace con retraso
o llega tarde o pasa de largo,
no cogerlo, ni es éxito ni es fracaso.
 
El cariño que perdura en el tiempo
el embarazo deseado y conseguido
el amor cuando no es un juego
o seguir disfrutando en caso contrario.
 
El cerebro que se seca de no estrujarlo
o pocas veces o solo a ratos
las protestas consentidas o sin sentido
cuando te dicen el cómo actuar  y el cuándo.
 
Las horas pérdidas en salas de espera
sin cita previa esperando respuestas
cansado de visitar los bajos fondos
de patear pasillos o golpear puertas.
.
El teléfono que no suena nunca
o no se descuelga aún estando presente
las mentiras piadosas si se contesta
o las que hacen daño y no van de frente.
 
Los sinsentidos que sí se sienten
el orgullo tragado, la rabia contenida
la ira cuando te hace tragar quina
y uno insistiendo, contra mil negativas.
 
Morderte el labio por no gritar a tiempo
sedarse uno mismo con el aburrimiento
 el hastío como primer objetivo
que viva la vida y dejar de vivir del cuento.
 
 
***

ESTAS TAN BUENO...

 

El trigo y su harina la vida te han dado,
en las altas tierras de las dos Castillas,
cálidas en Extremadura y en Aragón frías
trillaron duro para separar el grano de la espiga.
 
Estás tan bueno, pan, eres tan rico,
que con las salsas, los guisos y cocidos
si de ti no cogiéramos un buen cacho
ni me imagino saciar tanto apetito.
 
A la hora de los almuerzos, comidas o cenas
¿hay pan?, preguntamos siempre lo mismo,
caso de no haberlo o haberse olvidado su compra
cuento hasta diez, para no provocar un seísmo.
 
Con los caldos y las sopas ejerzo de marinero
contigo no me canso de botar barquitos
dejando que entre el líquido por los cuatro costados
provocando con la cuchara maremotos y torbellinos.
 
Pero es en el desayuno donde me desarmas
abrirte en canal, formando dos tostadas,
con la mirada perdida, untar sobre tus entrañas
aceite, mantequilla o tomate en mermelada.

  

***

14 DE FEBRERO

 

Ay el amor,
sin avisar, sin llamar a las puertas
basta una mirada tuya, un roce, una foto
de puntillas en nuestras vidas entra
y a veces con pies de plomo.
 
Ay el amor,
la vi por primera vez allá por enero
llevaba un montón de libros
como acunándolos, asidos a su pecho,
su sonrisa me pareció de terciopelo.
 
Ay el amor,
impredecible e hiperactivo
lo mismo está entre cuatro paredes
que dando paseos por las nubes
dispuesto a retirar presas de sus redes.
 
Ay el amor,
no me pasó inadvertida su gracia
su mirada, su alegría, su locura
la manera como trataba las cosas
el sol brillando en su pelo, sin censura.
 
Ay el amor,
que va prendiendo llamas sin rubor
solo cuando se apaga es dañino
golpeando los extremos como un péndulo
driblando el sentido del ritmo.
 
Ay el amor,
creo que al verla me enamoré
que se fijara en mi sería una proeza
si supiera de pociones mágicas o algoritmos,
¿Dónde andas Cupido con tus flechas?
 
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LA GRAN NEVADA

 

Hacía días que se venía avisando,
en la prensa, en el telediario, en los noticieros
que si una borrasca, que si mucho frío
una cosa era segura, cambiaria el tiempo,
la nombraron Filomena y trajo nieve y lio.
 
Vaya si cambió la climatología
vieron alces y renos en el Museo del Prado,
la nieve primero y después el hielo
cubrieron caminos, veredas y asfaltos
y los más osados practicaron deportes de invierno.
 
Varios días, se disfruto lo que no está escrito
otros no tanto, caídas y resbalones, por cierto,
los niños disfrutaron de lo lindo
algunos mayores juraban en hebreo,
la mayoría dando el callo, despejando caminos.
 
Y así iban pasando los días y más días
y la normalidad le costaba aparecer en público,
y los peques seguían en casa sin colegio
los papas y los nervios se hicieron íntimos amigos
los alces y los renos se fueron cruzando las autovías.
 
Como me gusta el polvo blanco
entiéndaseme bien, sin conjeturas
pequeños cristales de hielo en forma de copos
precipitaciones sólidas formadas por gotas
gotas de lluvia a baja temperatura.
 
 
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