Con una balda y un par de
clavos,
alcayatas, arandelas y un
martillo,.
trozo de madera, que fácil es darte vida,
para algunos, colgarla es un
martirio,
Sobre tu espalda, libros
pasados de moda,
un cerdito de porcelana mil
veces abierto,
algunos objetos desorientados,
hojas y notas sin orden ni
concierto.
Golpes y arañazos, como
castigo,
un lapicero sin punta, perdido,
bolígrafos que ya no cuentan
historias,
lejos de sus estuches, un
sinsentido.
Con una balda y un par de
clavos,
te di alma al recogerte del
suelo,
vigilante, un marco con varias
fotos,
medallas y de mi infancia,
algunos cuentos.
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