viernes, 11 de diciembre de 2020

LA LUMBRE


Cabalgando todo el día, cansado,
con los pies en tierra, sucio y hambriento,
la montura sobre uno de los hombros
el caballo en su hábitat, a cubierto.
 
Como si de un ceremonial se tratara
recoge unos troncos para hacer fuego
no sabe si son de encina o de fresno
los amontona y ordena en el suelo.
 
Con abstractos dibujos hechos a mano
 en su vieja montura, de cuero viejo
con hilos de oro ya deshilachados
apoyara la cabeza llegado el momento.
 
Para no pasar frio en la madrugada
una vieja manta le servirá de escusa
una lata abollada que contenía alimento
hoy la usara de cazo para la causa.
 
Solitario y en soledad, azuza el fuego
todavía no se explica cómo llegó a esto
con el sonido del crepitar de las brasas
al abrigo de la lumbre, su único techo.
 
***

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