viernes, 12 de noviembre de 2021

EL LIBRO


 

Le pregunté: ¿Por qué tu libro?
en una soleada mañana de domingo
ella no entendió la pregunta
o quizá se la hice muy bajito.
 
Tomó aire, tragó saliva,
sorprendida, no daba crédito,
volví a las andadas con mi encuesta
¿Por qué debo comprar tu libro?
 
En una caseta de una feria de libros
en una mañana de aire festivo
una escritora, se tomaba un receso
andaba ojeando otros títulos y escritos.
 
No hables de comprar mi novela,
me soltó de repente, de improviso
deberías cambiar el término
¿Por qué debería leer tu libro?
 
Hay cosas que no tienen precio
no cuesta esfuerzo cambiar de verbo
una soleada mañana de domingo
de este modo lo viví y así os lo cuento.

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