Para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros, se repetía
en voz alta mientras observaba con detenimiento y sin perder un solo detalle,
ayudado por un cristal de aumento, todas y cada una de las partes esparcidas
por el suelo.
Entretanto su mujer, que tenía un miedo irracional y
excesivo a estos bichos, retorcía su cuerpo, emitiendo ininteligibles gruñidos
y adoptando extrañas posturas de repugnancia y asco, no necesariamente por ese
orden.
Dos dudas le asaltaban sin darle tregua, coincidiendo con la
sesión de posturas, como recogería los trozos esparcidos y, sobre todo, quién
despegaría las antenas del asqueroso bicho de las suelas de sus recién
estrenados zapatos.
***
Divertido y macabro a la vez...no por ese orden necesariamente😏
ResponderEliminarJajaja, muchas gracias por leerme y comentar, amiga
ResponderEliminarMe gustó .Se pregunta : si los pedazos por colectar opto , yo también soy coleópto?.
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme y comentar, amigos
EliminarHay muchos coleópteros en la vida política que había que aplstarles
ResponderEliminarGracias por leerme y comentar
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