Te puedes
hacer de oro sin esfuerzo, repetía
machaconamente mi jefe, mientras me conformaba recogiendo las monedas de los
platillos o sisándole las vueltas. También aprovechaba los pasillos del súper
para comer de antojo, sin gastarme un duro, claro, hasta que me pillaban.
Un día me envió a un tugurio a recoger un paquete que resultó sospechoso. Decidí gastarle una broma. Le comenté por teléfono que lo había perdido.
Al llegar a la oficina, vi cómo le sacaban en una camilla, envuelto, un infarto, del susto creo.
Y ahora disfrutando en estas playas paradisiacas, me viene a la memoria aquella famosa frase que repetía tanto.
Me encanta tu humor y como sabes transcribirlo.... feliz
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme y comentar
ResponderEliminarComo siempre, genial. Eres alucinante!
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme y comentar
EliminarDesde luego, eres socarrón, jeje. Muy bueno, como siempre🤗
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme y comentar
EliminarMuy requetebien
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme y comentar
ResponderEliminarGrande Alfredo, además de original!!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme y comentar
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