CORCURSO RELATOS EN CADENA
Un policía se detiene frente a él. Repasa el reglamento: enciende la cámara y conecta la radio del chaleco. Avanza despacio con las rodillas ligeramente flexionadas; se le ve tenso e incómodo.
Desenfunda el arma reglamentaria con cuidado, sujetándola
con ambas manos como ha visto en cientos de películas. El de enfrente se mueve con
cara de pocos amigos, haciendo gestos parecidos, como si estuviera tomándole el
pelo. El chaleco le queda pequeño, lo que le provoca sensación de agobio.
A través
del espejo observa cómo la dependienta se acerca con un disfraz de vaquero;
piensa por un momento que quizá le sentara mejor.
Genial Alfredo, y en tiempo adecuado
ResponderEliminarGracias
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