Truenos, sonidos y gritos,
chillidos y decibelios,
tenores, altos y sopranos,
no quieren salir contigo.
*
¿Por qué cierro ambos
labios,
si no están lacrados?
¿Por qué llaman mi
atención?
¡¡la voz no alzo, hablo
bajo,!!
*
Con críticas y chismorreos,
me acerco a los oídos,
mucho sigilo y sutil miedo
aunque no esté bien visto.
*
Entre murmullos y jaleos,
me quedo a medio camino;
parece que he pecado
con mi boca diciendo ni
pío.
*
Cotilleos, lamentos y
penas,
dimes, diretes y gemidos,
vergüenza y reparo que me
vean
colgado de uno de tus sentidos.
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario