viernes, 13 de marzo de 2020

EL SILLÓN


Solo de verte, dan ganas de estirar los brazos,
de iniciar ejercicios de estiramientos,
como si se tratase de una tabla de gimnasia, impuesta,
levantarlos hacia el cielo o parecer un crucificado,
restregarme los ojos, con ganas,
también forma parte del juego.

Es un vicio, bostezar como en mis mejores tiempos,
hasta hacerme casi daño donde se juntan los labios,
de abrir tanto la boca hasta casi romper sus huesos,
pero debo ser fuerte, a mis deseos no debo hacer caso,
no debo mirarte a los ojos, mejor dicho a tus reposa brazos,
antes del domingo o como muy pronto, la tarde del sábado.

Entre semana, que si voy a la cocina,
que si me asomo a la ventana,
paso delante de ti, un montón de veces,
tengo tantas ocasiones de quitarme las ganas…
y tantas ocupaciones que anhelarte es casi pecado.

Tropiezo contigo a menudo, quizá sea mi mente,
que desea estar a tu lado, con la mantita de cuadros,
con la mesita baja a la distancia precisa,
después de recoger la mesa, y lavarme los dientes,
ya va siendo hora que me acojas en tus brazos,
de estirar las piernas cual guerrero derrotado,
lástima que para el objetivo deseado,
todavía queda, a fecha de hoy, mucha semana.

 ***

No hay comentarios:

Publicar un comentario