miércoles, 8 de abril de 2020

LA PRIMAVERA


La primavera presentó sus credenciales,
por sorpresa, instalándose en nuestras vidas,
 con timidez, de puntillas, a escondidas,
sin haber tachado el día en el calendario,
y en muchos relojes sin adelantar la hora,
aunque no lo parezca, de esto, hace ya varios días.

Qué decir de abril, sus tradiciones, de sus ferias,
de sus aguas mil, de la lluvia que nos empapa la ropa,
ese agua que ahora veo resbalando por las ventanas,
cayendo por los canalones a los patios,
formando charcos en las calles,
regando jardines vacíos, limpiando las calzadas.

De las saetas, este año se quedaran en las gargantas,
a medio camino entre una grandiosa salida,
y una honrosa espera, que ni siquiera a escondidas
podrán ver la luz los lamentos y quejios,
que con tanto fervor lanza el saetero de turno.

¿Y de mayo? que vendrá florido y hermoso,
celebraremos el primer domingo por todo lo alto,
saldremos a la calle, no estaremos todos,
seres queridos que en este durísimo trayecto,
se habrán apeado por los motivos que todos sabemos;
Se celebraran bodas, bautizos, comuniones,
en algunos casos con un poquito de retraso.

Con muchísimas ganas de disfrutar,
con las flores luciendo en macetas y tiestos,
engalanando las casas, los balcones, las ventanas,
nos presentaremos en el sexto mes del año,
a diestro y siniestro repartiendo besos y abrazos.

La vida sigue y sigue, cicatrizaran las heridas,
perseguiremos los embustes y las mentiras,
a los que las fabricaron y a sus transportistas,
descubriremos que solos, somos débiles e indefensos,
ojala no olvidemos nunca la lección aprendida.

***

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