En Levante, amanecí una
mañana,
restregándome los ojos de
sueño,
acababa de estrenar doce
años,
levantaba un palmo del
suelo,
inicie por entonces un
camino largo,
en Cheste di los primeros
pasos.
Empecé a conocer nuevas palabras,
camarilla, residencia,
urogallo,
otras lenguas, otras
gentes, otros pueblos,
aprendí geografía a la
velocidad del rayo,
echaba de menos mis referencias,
mi casa,
pero tantas cosas nuevas,
eso no podía ser malo.
Lloré, lloré porque era todavía
pequeño,
reí, reí muchos momentos,
porque era un crío,
hice muchos amigos, eso
estaba escrito,
y crecí y me hice mayor,
y se secaron las lágrimas,
los pantalones largos se
quedaron pesqueros,
y seguía teniendo muchos amigos,
y pasado el tiempo, todavía
los tengo,
y de esto, hace nada
menos que 50 años.
Y ahora estamos
conectados,
y compartimos el presente
y recuerdos,
igual que cuando éramos críos,
y yo, yo participo con alguna
cosa,
y me gusta y me emociona
y se propician encuentros
y me sigue gustando la geografía
y los idiomas y va pasando el tiempo
y a veces no pasa, se para,
y compartimos recuerdos.
***
Y yo en la camarilla de al lado...
ResponderEliminarHola Miguel Ángel, muéstrate por fa, a ver si te recuerdo.
ResponderEliminarGracias, por leerme y por comentar.
Salu2