Las pequeñas cosas que nos rodean
las que tenemos delante y pasamos de largo
la elegancia de una copa de buen vino
la abundancia asociada al reparto.
La sencilla formula de la felicidad
ofrecerte sin esperar nada a cambio
la espera a una proposición romántica
el mar estando en calma y también bravío.
La culpa por sofocar una disputa
el tiempo parado en un reloj de pulsera
la luna cuando no la perdemos de vista
o cuando está menguante o está llena.
Las necesidades básicas cubiertas,
el mar, sin tropezones, sin pateras,
con sus bichos, su aroma y sus olas,
los paseos dando puntapiés a las piedras.
Los pájaros cuando van dejando el nido
los otros paseos cogidos de la mano
las hojas al caer, anunciando el invierno
los bebés dando sus primeros pasos.
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