un joven con atuendo de trabajo
en el suburbano, en el metro
debería estar contento
y lo estaba, pero no tanto
se dirigió con buenos modales
¿Quiere usted sentarse? Le dijo
“siéntese, que le cedo el sitio”
Amablemente declino la oferta
¿Será atrevido? Pensó, incrédulo
¿Tan mayor parezco? Murmuró
“Tengo canas y alguna pata de gallo,
no soy tan mayor, solo maduro”
seguía gruñendo entre dientes,
pero a su vez le consolaba el gesto
de atención, de cortesía,
de buena educación;
Así es la vida, va pasando
sin parar, sin preguntarnos
ayer era un joven insaciable,
hoy le ven mayor, más que adulto
y van y le ceden el asiento
un joven con atuendo de trabajo
en el suburbano, en el metro.
***
Todavía vemos pasar esas cosas "raras" de educación, respeto, cortesía,etc, y hay que agradecerlo, bien visto Alfredo.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo, por leerme y comentar
ResponderEliminarGesto usual en los de nuestra generación
ResponderEliminarMucha gracias por leerme y comentar
EliminarLa vida es una sucesión de sentimientos encontrados. Mal que me “llamen viejo” bien que tenga el gesto.0
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme y comentar
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