viernes, 20 de enero de 2023

LA CONCIENCIA


 Oyó un ruido, como un chisteo
una voz que le hablaba,
o eso pensó, se giró de inmediato
no vio a nadie a sus espaldas.
 
Ni rastro, se quedó confundido,
últimamente ocurría, a menudo
le hacía reproches, como enfadado
a la altura del oído, estaba seguro.
 
Llegó a pensar que era su sombra
“no digas eso o eso no lo hagas”
en cualquier lugar, a todas horas
de noche o por las mañanas.
 
Le repetía una vez tras otra:
“piensa antes de decirlo,
te arrepentirás de haberlo hecho
no maldigas o cede el asiento”.
 
A decir verdad, si le hacía caso
era más feliz, pues evitaba disgustos
veía las cosas de otra manera
hacía lo correcto, estaba a gusto.
 
Y así, con el paso del tiempo
dejo de oír voces y chisteos
ni correcciones, ni reproches
ni maldecía ni juraba en hebreo.
 
***

4 comentarios: