viernes, 21 de julio de 2023

ABANDONADO


 
Se acercó una mañana al pueblo
un paseo, unas compras y un almuerzo
era un buen motivo, una excusa
haría noche, si le venciera el sueño.
 
Su apellido precedía de las montañas
era una mujer grande, analfabeta
de fuertes convicciones y buen gusto
de gran corazón, decidida y risueña.
 
Vestía blusas anchas y vistosas
botas camperas y faldas de vuelo
mucha bondad y demasiado peso
sentido común y el pelo suelto.
 
Era gracioso verla por el pueblo
pasos cortos, atrevidos y resueltos
con la sonrisa tapándole los ojos
y a la espalda, su bolso pequeño.
 
Así era nuestra protagonista
con abundantes colores y pocos grises
 con el alma mordida y alguna costura
y maquilladas sus cicatrices.
 
Esa tarde, al doblar una esquina
unos sollozos alteraron su paseo
venían de un triste y sucio rincón
lleno de restos, orines y deshechos.
 
Y entre gimoteos y lamentos
rodeado de mugre y porquería,
indefensa, sedienta y aterida de frío
asomaba una cabeza de color sepia.
 
Preguntó puerta por puerta
sin descanso, buscando al dueño
los resultados iban siendo escasos
y se estaba acabando el tiempo.
 
Compro agua, leche y un cuenco
un cojín, una correa y una manta
y decidió lo que deciden todos
adoptarla y llevársela a casa.
 
***

4 comentarios:

  1. Muy bueno para variar. Bonito hasta más no poder. Un abrazo!

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  2. No se qué es más bella, si la historia o la imagen de la que nunca más estará abandonada.!
    Gracias por ambas!

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