sábado, 9 de noviembre de 2024

SIN AVISO PREVIO



 VIII CONCURSO DE MICRORRELATOS CASETEROS “A.VV. SAN MIGUEL”

(Microrrelato < 250 palabras)

Cayó en la cuenta de que tenía un don. Al mirar a las personas, adivinaba lo que les iba a pasar con antelación suficiente a que les ocurrieran determinados hechos y sus consecuencias.

Como aquel día que vio a un niño jugando en el parque con otros niños, y supo que acabaría llorando segundos más tarde. Sus amigos se burlarían de él, porque iba a colar la pelota en un patio cercano y se acabaría el juego. O con aquella mujer, a la que se le iba a amoratar la cara y los brazos, momentos después de citarse con su novio para romper una relación que había durado varios años. Y aquel día, cuando vio a dos coches circulando por calles diferentes y supo que acabarían chocando de frente, porque sus conductores iban uno ebrio y el otro distraído y uno de los dos abandonaría este mundo, segundos más tarde.

También adivino las intenciones de un grupo de adolescentes quinceañeros cuando se dirigían, entre risas y burlas, hacia un pobre indigente, poco antes de prenderle fuego.

La última vez que adivino las intenciones de la gente y sus consecuencias ya fue demasiado tarde., se cruzó con un hombre con la muerte dibujada en el rostro y un cuchillo de grandes dimensiones en sus manos. Pero en esta ocasión, las intenciones las adivino demasiado tarde, unos segundos después de que se lo clavara en el vientre.

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