VIII CONCURSO DE MICRORRELATOS CASETEROS “A.VV. SAN MIGUEL”
(Microrrelato < 250 palabras)
Como
aquel día que vio a un niño jugando en el parque con otros niños, y supo que acabaría
llorando segundos más tarde. Sus amigos se burlarían de él, porque iba a colar la
pelota en un patio cercano y se acabaría el juego. O con aquella mujer, a la
que se le iba a amoratar la cara y los brazos, momentos después de citarse con
su novio para romper una relación que había durado varios años. Y aquel día, cuando
vio a dos coches circulando por calles diferentes y supo que acabarían chocando
de frente, porque sus conductores iban uno ebrio y el otro distraído y uno de
los dos abandonaría este mundo, segundos más tarde.
También
adivino las intenciones de un grupo de adolescentes quinceañeros cuando se
dirigían, entre risas y burlas, hacia un pobre indigente, poco antes de prenderle
fuego.
La
última vez que adivino las intenciones de la gente y sus consecuencias ya fue
demasiado tarde., se cruzó con un hombre con la muerte dibujada en el rostro y un
cuchillo de grandes dimensiones en sus manos. Pero en esta ocasión, las
intenciones las adivino demasiado tarde, unos segundos después de que se lo
clavara en el vientre.
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