“Un adiós”, es tomar caminos
distintos
direcciones opuestas, uno para
cada lado,
es una despedida, con
intenciones, en toda regla,
en muchos casos, definitiva,
a veces sin remedio, a veces
obligado.
“Un hasta luego”, en cambio, es
una trampa tapada
camuflada, con ganas de volver,
si, pero no,
en algunos casos, ese “luego”,
se hace pesado
lento, despacio, y va pasando y
pasando el tiempo,
y te vas dando cuenta que
habiendo poso
las cosas se van olvidando, nos
hacemos perezosos.
Jovial, dicharachero, es un “hasta
la vista”
con la sonrisa dibujada en la
boca,
positivo, con ganas, optimista,
la afirmación, no cae en saco
roto,
de resultado parecido, no cabe
duda.
Excuso decir: “a ver si nos
vemos”
“o quedamos a tomar algo", ya sabemos el resultado,
esto si que es un echar balones
fuera,
doloroso, tierra de por medio:
“si te he visto no me acuerdo”,
te he visto, te he saludado
no estaba en mi agenda, ya
hemos cumplido;
hasta la vista, o mejor: “hasta
otro encontronazo”
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario