jueves, 28 de julio de 2022

LA SUERTE


 
No daba crédito a su suerte
entre el insomnio y el sueño
las lágrimas y los lloros
otro corazón sin dueño.
 
Una mañana, sin rodeos
que lo tenía decidido
“que ya no te quiero”
le dejo caer, sin motivos.
 
Sus labios andaban fríos
el malestar no era fingido
las heridas seguían abiertas
se lo advertían los amigos.
 
¿Y ahora que va a ser de mí?
Repetía hasta quedarse dormida
dándole vueltas a esa coletilla
maquinó una nueva vida.
 
Afrontaría el futuro con brío
cerrar las heridas, lo primero,
daría un portazo al pasado
no más tropiezos, su deseo.
 
La vida le cambio de repente
consiguió reírse de nuevo
no daba crédito a su suerte,
no más insomnio, no más sueño.
 
***

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