Con riesgo de golpearse la cabeza
le gustaba pasear mirando el suelo
también recoger los objetos caídos
los que encontraba en sus paseos.
Desandaba lo andado, si fuera
necesario
era una manía como otra cualquiera
los volteaba y se agachaba por ellos
mirando a los lados, que nadie le viera.
En casa, los guardaba en un cesto
un día le dio una idea, un allegado,
inventar historias y dejarlas impresas
sobre las cosas que había encontrado.
Tenía cintas de pelo, fundas y
pulseras
una vez se encontró hasta una espuela
pensó que pertenecería a una amazona
y que ese día algún caballo haría fiesta.
Otro día vio varios libros en un
banco
de aventuras, de cuando él era niño
de un viejo en una barca, de un globo
que recorría el mundo y de un submarino.
¿Por qué recogía esa porquería?
Alguien le reprocho lo que hacía
“otro que no sabe de qué va esto”, pensó
recojo en cada objeto pedazos de vida.
***
le gustaba pasear mirando el suelo
también recoger los objetos caídos
los que encontraba en sus paseos.
era una manía como otra cualquiera
los volteaba y se agachaba por ellos
mirando a los lados, que nadie le viera.
un día le dio una idea, un allegado,
inventar historias y dejarlas impresas
sobre las cosas que había encontrado.
una vez se encontró hasta una espuela
pensó que pertenecería a una amazona
y que ese día algún caballo haría fiesta.
de aventuras, de cuando él era niño
de un viejo en una barca, de un globo
que recorría el mundo y de un submarino.
Alguien le reprocho lo que hacía
“otro que no sabe de qué va esto”, pensó
recojo en cada objeto pedazos de vida.
No se llamará Diógenes, verdad?
ResponderEliminarcreo que no, no es un síndrome, gracias por leerme y comentar
EliminarGracias amigo, por leerme y comentar
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