Llevaba
un tiempo cavilando
meditaba
si cruzar al otro lado,
decidirse,
le daba miedo
¿Dejar
atrás lo poco que tenía?
Pocas
cosas ocupaban su inventario
algún
amigo, una ocupación digna,
un
amor pasajero, que alzó el vuelo
y
una vida tediosa y algo aburrida,
no
es que se sintiera desdichado,
la
ansiedad le pesaba y la rutina,
el
otro lado, parecía atractivo
dar
el salto, sería como un reto
“¿Tendrá
sus peros?” decía al rato,
Y
así, pasaba muchos días,
plantado
en el otro flanco
defendiendo
el envite
y
acto seguido lo desmontaba
mientras
miraba el otro lado
con envidia y desesperación;
hasta
el sol parecía más sol
parece
mentira, estando tan cerca
seguro
que hacía menos frío
la
gente andaba despacio, sin prisa
los
niños jugando en los parques
los
mayores, sentados en los bancos
leyendo
o hablando de sus cosas
y
él, falto de ambición y arrojo
lamentaba
su suerte por dentro
mientras
lamía sus heridas,
“mañana
será otro día”, se decía
se
acercará a ver el otro lado
y
sembrará el suelo de nuevo
de
intentos fallidos y de deseos
no
deseados, pensamientos caídos
miedos
inventados
y
retos no intentados.
***
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