viernes, 11 de octubre de 2019

¿DIME TIERRA, POR QUE LLORAS TANTO?


Respira despacio hijo, respira hondo,
deja un poco a tu hermano,
deja algo, no lo vacíes del todo,
la botella de aire, aire puro embotellado.

¿Dime, mama, como hemos llegado a esto?
Viene de lejos, cuando todavía era temprano,
cuando había tiempo, pero los gobiernos,
los gobiernos no se ponían de acuerdo,
preferían repartirse los beneficios,
que les rentaban los destrozos.
 
Talando árboles, arrancando las raíces
escavando sus suelos,
 vaciando selvas, junglas y sabanas,
donde la flora y la fauna les costaba menos que nada,
convirtiendo su espacio, en solitarios desiertos.

Cuando a los pelícanos y gaviotas,
les cambiaron sus hermosas plumas blancas,
por otras del color del neopreno,
de esos hilitos de oro negro,
que iban vaciando los grandes cargueros.

Cuando el oso blanco se quedó sin hielo
delgado, hambriento, sin alimento,
maldiciendo su entorno y su suerte
deseando haber sido pardo o negro.

Cuando las nubes lloraban a destiempo,
o se pasaban largas temporadas durmiendo,
o jugando al pinto pinto gorgorito,
como no tengo pañuelo para secarme,
descargo el agua donde quiero.

Todo se convirtió en un vertedero
el mar, la tierra y el cielo,
la química hizo mucho daño,
las bolsas, espumas o residuos,
respira despacio hijo, respira hondo,
deja un poco a tu hermano.

***

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