sábado, 28 de diciembre de 2024

EL RELOJ DE PALACIO (Microrrelato hasta 100 palabras)


 CONCURSO RELATOS EN CADENA

Como desde los noventa, pienso, sigo siendo eficiente, aunque algo más viejo y anticuado. La maquinaria sigue cogiendo polvo si no la engraso.

Hoy todo el mundo trabaja en casa, aunque yo llevo haciéndolo desde que me instalaron en uno de los salones de palacio. Siempre la misma tarea, las mismas rutinas.

Ya casi nadie me presta atención, algún despistado para darme cuerda si me paro o para poner el reloj en hora utilizando la mía como referencia.

Ahora si me disculpan les dejo con lo que estaban haciendo, es la hora del té y tengo que cantar las cinco en punto: “CU-CU”.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

CUENTO DE NAVIDAD

 


¿ENCUENTRO FORTUITO O DIVINO?


Era alto, desgarbado, amargado y triste. De tez blanca y pelo negro. Los pómulos los tenía prominentes y la piel seca. Los ojos negros daban cobijo a unas pronunciadas ojeras.

Era una persona de rutinas. Salía de casa a la misma hora, cerrada la puerta de casa guardaba la llave en el bolsillo, en el derecho, era diestro.

Ya en el ascensor, cada día encontraba a la vecina, corriendo por el pasillo, sofocada, con la intención de acceder al mismo antes de que se cerrara la puerta, pero él, con las manos en los bolsillos, no hacía ademán de sujetarlas, así de grosero era el tipo.

En la calle seguía ejerciendo de ordinario. No cedía el paso, tampoco daba los buenos días al entrar en los sitios. Su falta de cortesía era crónica. Si alguien le formulaba alguna pregunta o le compartiera alguna duda les miraba de soslayo, perdonándoles la vida y dando la callada por respuesta.

Una de las cosas que más le molestaba, era pasar cerca de los parques donde hubiese niños, no soportaba el ruido y el bullicio que generaban. Un día, se les escapó la pelota a unos críos y fue a caer a sus pies, tuvo la sangre fría de dejar que saliera a la calzada, siendo esquivada por algunos vehículos mientras otros frenaban en seco. Así se las gastaba el nota.

Y así pasaba los días, sin apenas contenido, pero hoy, algo ocurriría que le cambiaría la vida, la actitud para el resto de sus días.

Salió de casa como de costumbre, su vecina corrió y corrió por el pasillo como cada mañana, sin suerte, como era obvio, ya en la calle fue insolente y maleducado unas cuantas veces.

En un cruce de calles, esperando el turno de cruzar, con las manos metidas en los bolsillos, pensando cosas en negativo para reivindicarse en lo suyo, notó como alguien le agarraba el brazo. Frunció el ceño y abrió los ojos de seguido, con una expresión de asombro y sorpresa de tal magnitud que, si hubiera usado lentillas en ese momento estas se le habrían caído al suelo.

Miró de reojo para ver quién había sido el osado, y no pudo creer lo que veían sus ojos. Una dulce viejecita, de metro y medio de alzada, con gafas de cristal grueso, un moño de color cano por peinado y una sonrisa de oreja a oreja, sin mediar palabra le estaba dando indicaciones con la cabeza para que le ayudase a cruzar la calle. No teniendo más remedio, dio el primer paso, arrastrando la carga que le había tocado en suertes, pero como la viejecita era lenta, se agotó el tiempo de paso y los dichosos semáforos se volvieron rojos de repente, quedándoles todavía medio camino para estar a salvo. Los coches impacientes por seguir contaminando el ambiente, empezaron a hacer rugir sus motores y a sonar las bocinas, así que nuestro amigo tuvo que sacar una de las manos del bolsillo, por primera vez en muchos años y empezar a dar el alto a cuanto vehículo pudiera poner en peligro a su inusual pareja.

Con mucho esfuerzo, consiguieron llegar a la otra orilla. La anciana señora en agradecimiento y sin mediar palabra le endosó un par de besos en las mejillas. Nuestro seco amigo que no estaba acostumbrado a recibir tanto afecto, quedó totalmente desajustado.

No terminó aquí la faena, pues aún la buena señora le pidió otro mandado, que le acompañara a casa. Vivía cerca, a dos manzanas. Como era tan buen mozo quería que le alcanzara una caja que tenía en los altos de un armario, donde guardaba unos objetos muy valiosos para esta época del año, ya que, dada su avanzada edad y su corta estatura, sería un peligro para ella siquiera intentarlo.

Una vez en casa y con el favor hecho y la caja descansando en el suelo, la buena señora le enseñó el contenido, eran unos adornos navideños y como estaba próxima la Navidad y ante la ausencia de su difunto esposo, que era la persona encargada de estos menesteres, se le había ocurrido la feliz idea que le ayudase a decorar la casa. Había notado la buena señora, que nuestro borde amigo, estaba falto de cariño y quizá pudiera hacerle disfrutar esa tarde de unos buenos y familiares ratos.

Y así pasaron la tarde, tomando chocolate caliente y unos deliciosos mantecados mientras cortaban papel de plata para hacer el riachuelo y cartón duro para las estrellas, echándoles purpurina y unas gotitas de pegamento y cartulinas de color verde para la hierba y pintando de azul oscuro unas cuartillas, simulando una hermosa noche sobre la que sujetar las brillantes estrellas.

Se encontró a gusto nuestro amigo. Fue feliz ese día y los siguientes días, que aún consiguió la dulce abuelita que viniera a casa a visitarla.

A partir de esos días, ya nunca más paseo con las manos metidas en los bolsillos. Su vecina, la que corría todas las mañanas por los pasillos, se llamaba María, se lo preguntó un día que coincidieron en el ascensor, al entrar ella sofocada mientras él le sujetaba la puerta.

Ya no hubo más pelotas que se fueran a la calzada cuando pasaba por los parques, aunque, eso sí, tuvo primero que aprender a dar patadas a la bola para impedirlo.

Ya no vestía únicamente de negro y sonreía más a menudo.

El sol y la luz por fin habían entrado en su vida y fue feliz el resto de sus días, gracias a que esas Navidades conoció a la dulce abuelita de metro y medio de alzada, pelo cano y gafas de cristal grueso que le cambio la actitud con la que afrontar la vida.

Él ahora decora su casa con los adornos que contenía la caja y que le dejó la dulce abuelita en herencia poco antes de que abandonara este mundo y él cada vez que pega las estrellas en la cartulina que hace las funciones de noche, se acuerda de ella.


viernes, 20 de diciembre de 2024

NOCHEBUENA EN BELÉN


 
Pastorcillo ¿Por qué corres tanto
en esta hermosa noche estrellada
no deberías estar en casa, acostado
esperando que despunte el alba?
 
He oído que ha nacido un niño
en Belén, entre animales, en un establo
dicen que es el hijo de Dios Padre
y que ha venido al mundo a salvarnos.
.
¿Cuándo ha sido? Vayamos a verlo
ya hace, antes de que cantara el gallo
voy a por leche, pan y algo de abrigo
y a los pastizales a recoger el ganado.
 
Mira esa estrella que luce tanto
se mueve, hace señas con su brillo
quiere que la sigamos, señala el camino,
ya veo el establo y en el pesebre al niño.
 
Por las casas, los caminos y las veredas
los ángeles cantan la buena nueva
las gentes reúnen lo poco que tienen
algo de sopa, unos trapos y unas leñas.
 
José con el callado azuza la lumbre
miga el pan y pone leche en un cazo
esta noche el pesebre hará de cuna
María arrulla al niño en sus brazos.
 
¿Por qué hay tanto ruido, pastorcillo?
vienen cantando al recién nacido
tocan panderetas y zambombas
ya veo el establo y en brazos al niño.
 
En Belén ha nacido un niño
los ángeles cantan la buena nueva
las estrellas alumbran el camino
es Noche de Paz, es Nochebuena.

***

miércoles, 18 de diciembre de 2024

SIN ESFUERZO (Microrrelato hasta 100 palabras)


Te puedes hacer de oro sin esfuerzo, repetía machaconamente mi jefe, mientras me conformaba recogiendo las monedas de los platillos o sisándole las vueltas. También aprovechaba los pasillos del súper para comer de antojo, sin gastarme un duro, claro, hasta que me pillaban.

Un día me envió a un tugurio a recoger un paquete que resultó sospechoso. Decidí gastarle una broma. Le comenté por teléfono que lo había perdido.

Al llegar a la oficina, vi cómo le sacaban en una camilla, envuelto, un infarto, del susto creo.

Y ahora disfrutando en estas playas paradisiacas, me viene a la memoria aquella famosa frase que repetía tanto.

martes, 10 de diciembre de 2024

LA VERJA (Microrrelato hasta 100 palabras)


 CONCURSO RELATOS EN CADENA

Ser útil me hace feliz (Anónimo), así rezaba el cartel que colgaba de la verja de entrada.

Le hizo gracia al leerlo, incluso gastó bromas con su padre mientras le acompañaba dentro.

Han pasado los años. Su padre ya no está y hoy, es a él al que le tiemblan las piernas y le pesa el culo, incluso le tienen que ayudar con la comida o cuando tiene necesidad de ir al baño.

Ahora comprende por qué el cartel de la verja está situado hacía fuera, para que solo lo puedan leer los que pasan por delante y no los que viven dentro.


miércoles, 4 de diciembre de 2024

TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS (Microrrelatos hasta 100 palabras)


 RELATOS EN CADENA


El prohibitivo tratamiento de mi nieto no garantizó el éxito, eso lo descubrí pasado un tiempo.

Había tomado todas las medidas que tenía al alcance para enfrentarnos a los síntomas que padecía: ausencia de cariño, desinterés por dar y repartir abrazos y besos, muestras de aburrimiento en las visitas a los abuelos. Para ello recurrí a pitonisas, chamanes y brujas.

Al final me decidí por la cirugía. Viajes, estancias, los mejores especialistas y hospitales de distintos países, todo resultó inútil a la vista de los resultados.

Ahora era más cariñoso, eso sí, abrazaba más y todo eso, pero no a mí sino a los otros abuelos.


viernes, 29 de noviembre de 2024

EL QUEMADO BIZCOCHO DE MANZANA


 (A los que padecen deterioro cognitivo)

Mientras pensaba en su mamá,
de la alacena fue sacando las cosas
siguiendo el orden de la receta:
unos piñones y unas peladillas
unas nueces y unas ciruelas secas
unos huevos y el paquete de harina,
una cuchara de azúcar colmada
y a mano unas manzanas reinetas.
 
“Ayúdame a hacer el bizcocho”
su voz se oyó suave y cálida
apareció su nieta al llamar a su hija,
encendió el horno a ciento ochenta
como había hecho toda la vida
ahora se le iba un poco la cabeza
en realidad, no se daba cuenta.
 
La tarde les hacía compañía
a través del visillo de la cocina,
la cáscara de limón ralló primero,
separó la yema de la clara enseguida,
añadió unas cucharadas de harina
echó la ralladura y las ciruelas,
el azúcar, las nueces y las peladillas
y mientras removía con la varilla
confundió a su nieta llamándola hija
cuando en realidad era ella misma.
 
Le untó papilla en las dos mejillas
como le hacían a ella de niña
con amor, de broma y por curiosa
y el resto se lo llevó a la boca
chupándose el dedo con las sobras
“No hagas eso que está muy feo”
Dijo la abuela a mamá cuando era hija.
 
Casi se le olvida la levadura,
removió la clara a punto de nieve
con la varilla y con mucha energía,
cortó las manzanas en rodajas
y las recubrió con la mezcla preparada,
colocó el molde en el horno.
Mamá tómate las pastillas
Dijo la hija a su madre cuando era abuela.
 
El bizcocho de manzana salió quemado,
con todo el lío en su cabeza
se olvidó de medir el tiempo
¿Abuela te tomaste las pastillas?

***


miércoles, 20 de noviembre de 2024

SIN RESPUESTAS (Microrrelato < 100 palabras)


 
RELATOS EN CADENA

Unas decimillas de fiebre al entrar al camerino no era impedimento.

Con aplomo y sin titubeos recorrió primero las bambalinas, el patio de butacas, los palcos y los aseos.

El telón lo sacudió como pudo. Al acabar lo dejo con otro aspecto.

En el camerino, después de mirar las fotos, dobló la ropa, ordenó el calzado y repuso las bombillas del espejo. Por un momento pensó que pudo haber sido suyo.

Cada día se preguntaba porque se hundió aquella tabla el día de “su” estreno.

Al salir, vacío la papelera y la dejó en su sitio. Cerró la puerta y se marchó con las decimillas y sin respuesta.


viernes, 15 de noviembre de 2024

UNA OLVIDADA FAROLA


 
Sentada en un claro
hundida y agotada
con la mirada perdida
sin noción del tiempo,
en tanto, una olvidada farola
le sirve de apoyo,
mientras parpadea sin ganas
haces de oscuridad y brillo.
 
Junta las piernas
las encoge y las abraza,
llora, llora desconsolada
con la frente apoyada
y el corazón partido.
 
Unos acordes que reconoce
la devuelven a su estado,
se cuela en un bar cercano
pide de beber un trago,
no lleva bolso ni dinero
no importa, esa cara me suena
dice alguien al ver su estado.
 
En un rincón, un escenario,
las teclas de un piano se mueven
la batería marca el paso
el arco frota las cuerdas de un chelo
el violín entra en escena,
la música solo suena en su cabeza.
 
Se sube y agarra el micro
canta con toda su alma
con voz rota y desgarrada
tocada su dignidad,
con la vergüenza intacta
y pisoteado el ánimo.
 
El silencio recorre la sala
al terminar, apura el vaso,
lo mira pidiéndole ayuda
“Tú no tienes la culpa”
le dice la que le sirvió la copa,
Fuera, la farola parpadea
haces de oscuridad y brillo.
 
***

martes, 12 de noviembre de 2024

EL ÚLTIMO VIAJE (Microrrelato < 100 palabras)


CONCURSO RELATOS EN CADENA

Un eco lejano de clarines y trompetas anunciaba el final del trayecto. El viaje había llegado a su fin. ¡Todo había sido tan rápido! Casi no le dio tiempo a disfrutarlo.

Lo que más le sorprendió a su llegada fue la sensación de soledad. Tenía la impresión de estar perdido en medio de una densa neblina, donde apenas distinguía algo.

Reinaba la paz. El silencio era real.

En cambio, bajo sus pies sentía ruido, murmullo de allegados, conocidos y otros. Hasta allí llegaba el eco lejano de un tañido pausado, triste, de duelo. Las campanas seguían tocando a difuntos.


sábado, 9 de noviembre de 2024

SIN AVISO PREVIO



 VIII CONCURSO DE MICRORRELATOS CASETEROS “A.VV. SAN MIGUEL”

(Microrrelato < 250 palabras)

Cayó en la cuenta de que tenía un don. Al mirar a las personas, adivinaba lo que les iba a pasar con antelación suficiente a que les ocurrieran determinados hechos y sus consecuencias.

Como aquel día que vio a un niño jugando en el parque con otros niños, y supo que acabaría llorando segundos más tarde. Sus amigos se burlarían de él, porque iba a colar la pelota en un patio cercano y se acabaría el juego. O con aquella mujer, a la que se le iba a amoratar la cara y los brazos, momentos después de citarse con su novio para romper una relación que había durado varios años. Y aquel día, cuando vio a dos coches circulando por calles diferentes y supo que acabarían chocando de frente, porque sus conductores iban uno ebrio y el otro distraído y uno de los dos abandonaría este mundo, segundos más tarde.

También adivino las intenciones de un grupo de adolescentes quinceañeros cuando se dirigían, entre risas y burlas, hacia un pobre indigente, poco antes de prenderle fuego.

La última vez que adivino las intenciones de la gente y sus consecuencias ya fue demasiado tarde., se cruzó con un hombre con la muerte dibujada en el rostro y un cuchillo de grandes dimensiones en sus manos. Pero en esta ocasión, las intenciones las adivino demasiado tarde, unos segundos después de que se lo clavara en el vientre.

jueves, 31 de octubre de 2024

LA RAMITA DE OLIVO


 (56 conflictos armados a 2 feb. 2024)

Quería soñar y cerró los parpados,
en dormirse tardó poco,
de repente y sin saber cómo
apareció ante sus ojos
un universo de estrellas,
las podía tocar con los dedos.
Cogió algunas con las manos
y también luceros y cometas.
 
Pensaba que seguía despierta
y salió descalza, de paseo y en pijama
a la vera de su casa. En la puerta,
una lavanda y un romero hablaban
amigablemente con unos vecinos
unas hormigas, un moscardón y dos abejas.
 
Unos golpes desviaron su atención,
un pájaro carpintero hacía su nido
rascando la espalda de un pino,
el pino elegido se mostraba contento
le hacía cosquillas con el pico
mientras otros árboles hacían cola
esperando que les hicieran lo mismo.
 
Despistada, desprevenida,
una paloma cruzaba el cielo,
con su ramita de olivo en el pico
iba de conflicto en conflicto
tratando de poner paz, de hacer algo
un malasombra, sin venir a cuento,
tiró dos tiros, y sus dos cartuchos
acabaron con la paloma agonizando
y la ramita de olivo por los suelos,
y terminó siendo una pesadilla
lo que había empezado como sueño.

***

miércoles, 23 de octubre de 2024

RECONOCIMIENTO ETERNO


 (Relatos en cadena. Microrrelato <100 palabras)

Las obras del convento finalizaron justo a tiempo, ajustándose a lo presupuestado.

Entre los actos de inauguración, se decidió agradecer a los benefactores sus generosos actos y donativos, para ello a la señora marquesa, la embalsamaron y la dispusieron de cuerpo presente en el refectorio, dando su nombre a tan apreciada estancia.

Al señor conde, por el contrario, le colocaron, disecado, en la entrada, fuera de la clausura, por su condición de hombre.

El prior, siempre cerca del Señor, en el confesionario. Costó más esfuerzo de lo esperado, quedando embalsamado y disecado en contra de su voluntad, estando todavía vivo.

jueves, 17 de octubre de 2024

LA COMA


 

“A la muerta hoy también le ha arrancado la cabeza”, comprobó que el reverso de la hoja estaba en blanco. Entendió entonces acabada la lectura. Colocó la cuartilla con el resto. Ajustó el mazo de hojas para que estuvieran a ras. Seguidamente abrazó el borrador contra sí misma como si fuera un bebé a punto de darle el pecho y exhaló el aire produciendo un suspiro de alivio.

Sin cortesía, buscó con la mirada al novelista primerizo que tenía delante. Este, nervioso e impaciente, estaba esperando una respuesta. Pasaron segundos antes de dictar sentencia:” El final es tupido y espeso, o le quita palabras o le pone alguna coma.

miércoles, 25 de septiembre de 2024

MADRID EMPIEZAS POR "M"


                                                         DIVERSIDAD LITERARIA

III CONCURSO MICRORRELATOS

“PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID EN CINCO LÍNEAS”

Seleccionado


Madrid empiezas por M y terminas por “d”, entre medias, tus frescas mañanas de otoño, las terrazas de verano y jardines floreados en primavera, el parque del Retiro, tus plazas con sus fuentes, tus calles, tus gentes, la Gran Vía y las tertulias a la fresca, Madrid, con tus típicos bocadillos y tu cocido a tres vuelcos, con tus porqués y tus a pesar de, en cinco líneas, Madrid, pongamos que hablo de ti.


sábado, 14 de septiembre de 2024

MESES DE CARNE Y HUESOS


 

 

Nuestros nombres eran los meses del año, al principio pensé que era por nuestros caracteres, además coincidía, los más fríos se llamaban enero y febrero, el más ardiente julio y mayo el más cariñoso, así con todos, luego descubrí que el motivo era otro, asignaban los nombres según el mes que ingresábamos en el hospicio.

Un día llamaron a la puerta. Un señor alto, delgado, con un enorme abrigo, un sombrero de copa y un carruaje tirado por caballos aguardando, preguntaba por junio, desconocía que ese era el nombre.

Su difunta mujer le había confesado que lo abandonó una noche de verano, pero el “junio” que buscaban había causado baja el invierno pasado. Una paliza mal curada por lo visto.

Le entregaron al junio de este año. No descubrieron el engaño.


domingo, 8 de septiembre de 2024

DESDE DENTRO


PRESENTADO AL CERTAMEN MICRORRELATOS SUR


No era la primera vez, ya lo había notado en otras ocasiones, varias veces en los últimos tiempos, encontrar la puerta de su armario entreabierta.

Tenía la certeza de que en todas y cada una ellas, en todas, quedaba cerrada de nuevo.

Esto empezó a observarlo hace bastante tiempo, desde que tenía quince años, más o menos, cuando comenzó a sentirse diferente, desde que surgieron las primeras dudas, de no tenerlo claro, c
uando quiso enfrentarse a la realidad y empezó a sentir miedo.

Desde entonces ha querido dejar la puerta abierta y casi lo está consiguiendo, por lo menos lo intenta.

De momento sigue dentro, entreabriendo la puerta, pero sin dar el paso, lo ha intentado varias veces en los últimos tiempos.

jueves, 5 de septiembre de 2024

ESPÍRITU AVENTURERO

                                             PRESENTADO AL CERTAMEN MICRORRELATOS SUR


Se puso las botas de campo y su chaleco aventurero y salió a recorrer el mundo.

Al cabo de un tiempo, divisó una carpa cubriendo un montón de objetos: un deportivo con sus plateadas llantas y su volante dando vueltas, junto a él, un hermoso poni que subía y bajaba, con sus crines doradas tapándole uno de los ojos.

Más adelante, pidiendo paso, acompañado de un ensordecedor ruido de campanas y sirenas, un coche de bomberos. A su lado una carroza de princesa, decorada con ricos adornos y guarniciones acabados con finas láminas en pan de oro.

Disfrutó como no lo había hecho nunca mientras daba vueltas.

Era muy feliz.

Cansada, cerró los ojos un momento. Cuando despertó, seguía alegre y contenta.

Se vistió, con dificultad se puso las botas de campo y su chaleco aventurero, se acercó la silla de ruedas y juntas salieron a recorrer el mundo.

viernes, 30 de agosto de 2024

LA CASITA DEL ACANTILADO


SELECCIONADO CONCURSO MICRORRELATOS "ATARDECERES" - DIVERSIDAD LITERARIA


Él era un romántico, ella más práctica.

Se compraron aquella casita, a regañadientes. Estaba situada sobre un acantilado, casi pérdida, pero era viejita y hermosa. Al poco de trasladarse, se quedó sola. Ahora, sentada en el porche, vive en paz disfrutando los atardeceres, mirando al infinito, justo donde el horizonte se junta con la utopía.


domingo, 4 de agosto de 2024

LA CITA


 
Deshojaba la margarita
trece tirones, trece respuestas
toda una vida en una cita
hace calor, la camisa le aprieta.
 
Su vida fue una partida de cartas
preguntó hasta trece veces
eligiendo entre amor y fortuna
nunca le acompañó la suerte.
 
Mientras se ata los cordones
 recuerda aquella partida
todavía conserva el tallo
una cita fallida fue su vida.
 
La ventana sigue cerrada
apenas habla, no se cuida
 si pudiera volver a ese día…
no llegaría tarde a la cita.
 
***

lunes, 22 de julio de 2024

LA NOCHE (FINALISTA IX CONCURSO "POETAS NOCTURNOS" - DIVERSIDAD LITERARIA)


Luciérnagas de oro y seda

la oscuridad dejáis sin motivo.
 
Noches de encendidas velas,
las sombras brincan con sigilo.
 
Los gatos pardos lo son sin serlo
y de noche mudos testigos.
 
Las estrellas cuelgan del cielo,
parecen prendidas con hilos.
 
Noche, no dejes a la luna sola,
abrígala que no tenga frío.
 
***
 

sábado, 20 de julio de 2024

UN PASEO POR EL CIELO


 
Lo miraba todos los días
y tan cerca lo tenía…
que tocarlo era su deseo
y ella insistía e insistía.
 
¡Puso tanto empeño!
pensó en hacerlo pedazos
y se hizo unas tijeras,
con los dedos de la mano.
 
Enseguida se pobló de nubes,
dibujando formas graciosas,
una cigüeña con una pata
o un camello sin jorobas.
 
Un oso echando la siesta,
una vaca con tres orejas,
un ángel asido a su arpa
o un cupido con sus flechas.
 
Cerro un ojo para acertar
y para mostrar el esfuerzo
de la lengua mordió la punta
y empezó a usar sus dedos.
 
Y cuando hubo acabado
despertó de su bello sueño
situado encima de las nubes
daba un paseo por el cielo.

***

lunes, 15 de julio de 2024

MEMORIAS DE UN ENCUENTRO


 ENCUENTRO UROGALLOS
UNIVERSIDAD LABORAL DE CHESTE (VALENCIA)
PALENCIA 2024

No distingue el cristal del vidrio,
golpeara la copa con mimo
llega el momento, está nervioso
comienza:” Estamos aquí reunidos….
 
Se evade sin darse cuenta;
Levanta la copa, no obstante.
Se pregunta qué hace allí.
Refresca, es un poco tarde.
 
A su debilitada memoria
le llegan borrosos recuerdos.
Confusos sucesos bostezan,
frágiles viajeros del tiempo.
 
Lo más antiguo que recuerda
dejar el nido, decía la carta,
su ropa marcada con hilo,
su tirachinas y sus chapas.
 
Entre olivos y alcornoques
hormigones que son de diseño,
cigarras, tábanos y naranjos,
ahí comenzó a soñar un sueño.
 
Y lo cumplió de sobrado,
se hizo varón de provecho,
dio mucho y recibió el cambio,
hoy coge la mano de su nieto.
 
Ahora se encuentra brindando
por estos y otros encuentros,
tiene calor, hace bochorno,
ha pasado tanto, tanto tiempo.
  
Él piensa de manera distinta
los otros de la manera opuesta
con diferentes credos e ideas
y aquí estamos todos, dando guerra.
 
Mañana será otro hermoso día,
a nuestros nidos volveremos,
somos tan iguales y tan distintos
con más peso y menos pelo.
 
Seguirá pasando lista cada día
así sabrá que no está solo
y a él, con ese poco le basta,
tiene calor, hace bochorno.
 
***
 

miércoles, 10 de julio de 2024

LOS TRES MONTONES


 
Hace tiempo pidió un deseo,
cumplirlo no fue sencillo;
Le costó varios almuerzos
algunas cenas en vilo
y muchas horas de sueño.
 
Visitó salones de belleza,
despachos, clínicas y comercios
y de sus salas de espera
recogió boletines, diarios,
revistas, catálogos, ofertas,
semanarios y gacetas.
 
Apiló el material impreso,
reunió las palabras y los signos,
quitando las ilustraciones y viñetas,
en tres montones distintos.
 
 En uno, los puntos y las comas,
comillas, guiones y todo eso;
En otro, las palabras ofensivas,
vacías, lesivas o mal escritas
y con faltas de ortografía.
 
En el último montón, el resto,
palabras dulces y sensatas,
amables, cautas y de respeto,
sin faltas y bien escritas
que no asustaran al ser leídas.
 
Este lo situó al lado de su mano,
junto al de los paréntesis y eso.
Unió las letras y las palabras,
las que sonaban bien al oído
y los signos, que andaban revueltos.
El otro montón no daba crédito.
 
Al acabar con las palabras y los signos
comprobó cuanto había escrito
una pila de hojas impresas
con hermosas historias,
divertidos relatos y cuentos
con finales felices, todos ellos
y antes de quedarse dormido
vio la noche llenarse de estrellas
y a la luna llamar a su puerta
y acercándose al oído
le dijo: “tú deseo está cumplido”
 
***

miércoles, 19 de junio de 2024

DONACIÓN INDESEADA (Microrrelato hasta 100 palabras)


 Y mucho, muchísimo mal genio, además de violento, eran sus credenciales, capaz de reventar las tripas del prójimo mientras le hacían la manicura, pero en el fondo era un flojo, se mareaba al ver, fuera de contexto, cualquier gota de sangre.

Un día, teniendo que solucionar con un galeno un asuntillo turbio de recetas, pastillas y todo eso, se presentó en la consulta antes de lo debido y se produjo un malentendido.

Acabó en una camilla, medio muerto, con una vía clavada en el brazo derecho, mareado y descompuesto, llamando a su mamá y con medio litro de sangre a su lado, envasada al vacío.

***

martes, 4 de junio de 2024

HOMICIDIO INVOLUNTARIO (Microrrelato - hasta 100 palabras)


 

Para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros, se repetía en voz alta mientras observaba con detenimiento y sin perder un solo detalle, ayudado por un cristal de aumento, todas y cada una de las partes esparcidas por el suelo.

Entretanto su mujer, que tenía un miedo irracional y excesivo a estos bichos, retorcía su cuerpo, emitiendo ininteligibles gruñidos y adoptando extrañas posturas de repugnancia y asco, no necesariamente por ese orden.

Dos dudas le asaltaban sin darle tregua, coincidiendo con la sesión de posturas, como recogería los trozos esparcidos y, sobre todo, quién despegaría las antenas del asqueroso bicho de las suelas de sus recién estrenados zapatos.
 
***

jueves, 30 de mayo de 2024

AQUEL OBJETO SIEMPRE EN MEDIO (Microrrelato hasta 100 palabras)


 

Ahí estaba, mal puesto, estorbando, siempre en medio. Así estuvo muchos años, invisible y necesario, aunque esto último lo averiguó pasado el tiempo.
 
Al principio le hacía gracia, provocaba burlas y comentarios, incluso alguna discusión, sin llegar a ser extrema.
 
Un día, al levantarse, todavía dormido, le pareció que le daba los buenos días o eso pensó y lo miró incrédulo.
 
Otro día le vieron hablando con él, nada serio.
 
Pero una desalmada reforma provocó el pase a otra vida, lo abandonaron en una caja, lo bajaron al trastero y desapareció de su vista, pasando de estorbar a ser añorado.


***

jueves, 23 de mayo de 2024

CONFUSIÓN (Microrrelato < de 100 palabras)


 

“Mañana podrá comprarle sus malditos libros”. Escribió la nota con unos trazos que más parecían los garabatos de un niño que la letra de un adulto.

Llegado el momento un empleado se presentó en la librería a cumplir el encargo. El librero que tenía las gafas de miope haciendo equilibrio, se hizo un lío al leer la nota y le entregó el más antiguo libro maldito que vendía.

De esto hace varios días y ahora su hijo no para de conjurar en lenguas muertas y de hablar con un ser endemoniado de bajar a los infiernos, apestando a azufre y con cuernos de fauno.

lunes, 20 de mayo de 2024

EL HUERTO (Finalista Certamen Nacional España Creativa de poesía 5 noches 5 villas)


 
Hacía tiempo, mucho tiempo
que no visitaba el pueblo,
mil excusas y ninguna cierta,
desavenencias o algún despecho,
algún amor no correspondido
o quizá fuera lo contrario
algo más sencillo, el olvido.
 
Una notificación tuvo la culpa.

El abuelo le dejó unas tierras,
las que un día ocupara el huerto,
a escasos metros del pueblo,
a un lado de la calzada, junto al río,
en el otro, quieto, el cementerio.
 
Donde el río se hace un lío
y el canal le pasa por encima,
unas compuertas son testigos
y a él, de pequeño, le daba miedo.
 
Ahí seguía el huerto, en silencio,
la puerta de acceso vencida,
cuatro maderas mal puestas,
un pestillo casero de madera
y de resbalón, un pedazo de cuerda.

A cada lado un murete de adobe,
con los sillares enfoscados de barro
y acabados romos por el viento.
 
Allí pasaban las tardes de verano
dando de comer a los conejos,
a las gallinas y a un enorme tocino.
 
Llenaban de agua los bebederos,
arrancaban las malas hierbas,
sembraban, regaban o recogían
la semilla, los surcos o los frutos,
engrasaban la tajadera de la acequia,
los aperos o la polea del viejo pozo.
 
Él fue muy feliz en aquella época.

Un día, siendo crío, le dijo a su abuelo
que de mayor quería ser labrador,
pero la ciudad no estuvo de acuerdo,
ahora cree que ese fue el motivo
de porqué el abuelo le dejó el huerto.
 
Ahora con un montón de años
podría ver realizado su sueño,
disfrutaría como lo hizo de crío
se haría cargo del huerto de nuevo,
un sombrero de paja, una azada
un pañuelo con nudos, ganas
y todo el tiempo del mundo,
era todo lo que le hacía falta.

De esto hace tres o cuatro años
ojalá pudieran estar aquí para verlo.
 
***