viernes, 27 de septiembre de 2013

GESTOS




Enfadado con tu pareja
te acercas a ella,
vanas y vacías,
valoras los gestos,
los modos y los decibelios,

de sus respuestas.



Cuando tenemos sueño,

olvidamos el rico vocabulario,

del castellano antiguo;

hacemos el gesto,

de juntar las palmas de las manos,

simulando una almohada,

hasta inclinamos la cabeza. 




Que decir de lo básico,

como apañamos con gestos,

para señalar la comida,

las ganas de beber,

o ir al excusado. 


Parecemos italianos,

juntando la yema de los dedos,

agitamos el antebrazo,

dirección al esófago.


Para pedir bebida

agua, vino o cerveza.

con los dedos de la mano

como si fuera un botijo,

hacemos la cresta del gallo,

dirigiendo el pico,

hacia la boca. 




O nos tocamos el sitio prohibido,

con mucha sutileza,

señal de válvula llena,

intestino de fiesta,

o estomago fiero. 




Como nos gusta comparar,

medir y enseñar,

el dedo corazón,

cuando estamos fuera de sí.



Levantamos el brazo,

abrimos la palma de la mano,

cerramos el resto de los dedos,

dejamos el corazón estirado,

y que sea el contrario,

el que valore el resultado. 


O cuando estamos saturados,

en cualquier reunión o fiesta,

queremos irnos a la francesa,

buscamos con la mirada,

a nuestro colega,

ponemos la mano derecha,

en posición lela,

y la izquierda, golpeándola,

como si de un revolver se tratara,

queriendo decir,

yo me voy en cero coma.



Guiñando un ojo,

hacemos la treintaiuna,

imitamos a Zapatero

arqueando el dedo en la ceja,

¿y si atravieso el dedo

encima del morro?

¿a quien me refiero? 




Con bigote o con ceja

al final estamos rodeados,

de gestos,  señales y pistas,

no olvidemos nunca

la lengua de Cervantes,

las letras hacen cultura,

engrandece las relaciones,

aumenta el conocimiento,

no seamos Quijotes,

dejemos las andanzas,

tengamos los pies en el suelo,

alabado sea Sancho Panza.


***

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