viernes, 7 de febrero de 2020

GANAS DE SER MALO


No llegan caídas del cielo, van paso a paso,
sin hacer ruido, de puntillas, con disimulo marcado,
las ganas de ser mala persona,
sin saber cómo ni porque,
un día estas harto de ser lo contrario.

Te vuelves huraño, engreído, soberbio,
despeinado, sucio por dentro, dejado,
empiezan las incoherencias y las faltas de respeto,
a incordiar a todo el mundo, todo el rato.

Que te sirvan con desgana, te parece divertido,
provocas incluso que sea a la fuerza,
de cualquier manera, en cualquier antro de medio pelo,
a tomar cerveza a destiempo,
aunque de eso tu vayas tomando nota,
más que nada, de cara a un futuro no lejano.

Comienzas a visitar tugurios poco recomendados,
donde sirven líquidos al vuelo,
deslizando los vasos desde un extremo,
sorteando charcos de espuma y baba,
entre secos y tibios,
formados por la desidia de babosos,
al intentar limpiarse los morros,
o demorando el sorbo dejando que gotee la gota,
cayendo despacio sobre la mugrienta barra.

Empiezas a manejarte por los bajos fondos,
devuelves con palos las miradas retadoras,
no te reconoces al pasar por los espejos,
las yemas de tus dedos van dejando de tener huellas,
de tanto bañarlas en el cajetín de la tinta,
poco antes de hacer la correspondiente foto,
condición obligada para estar una temporada en la trena.


Con lo que disfrutaba de mi vida tranquila,
sin sobresaltos, sin vértigos, sin mareos,
que mal llevo esta pesadilla,
que gozada cuando mi conciencia estaba limpia,
si pudiera volver sobre mis pasos,
desandar el camino andado,
sería mejor persona, de eso estoy seguro,
pero un momento, ahora que caigo.
no trabaje ayer viernes y hoy es sábado,
estoy en fin de semana,
luego ha sido una pesadilla, un mal sueño.

***


No hay comentarios:

Publicar un comentario